martes, 8 de abril de 2008

Flato


He terminado de leer El asombroso viaje de Pomponio Flato, la recién publicada novela de Eduardo Mendoza, y no me ha gustado. Que Mendoza escribe bien se da por supuesto, pero de un escritor de su trayectoria se espera, a estas alturas, algo más que oficio. Salvo por el hallazgo de situar la trama en la Galilea del siglo I de nuestra era, por la originalidad de adoptar como personajes a los principales del Nuevo Testamento (José, un carpintero, es acusado de asesinato y su hijo, Jesús, “contrata” a Pomponio Flato para intentar salvarlo de la crucifixión) y por lograr algún momento hilarante (como cuando el romano protagonista está a punto de ser dado por culo reiteradamente), El asombroso viaje… es poco más allá de una obra humorística e intrascendente bien escrita pero medianamente resuelta. Voy a ver si me recupero con una novela menos reciente y mediática, pero de calidad ya contrastada: La balada del abuelo Palancas, de Félix Grande.

3 comentarios:

Alicia Vernok dijo...

Hace poco me leí Sin noticias de Gurb y estaba pensando en comprarme esta para leerla. Me vale con que sea entretenida, si lo es.

Anónimo dijo...

Pues prepárate para disfutar con "La balada..."

Anónimo dijo...

LA de Felix Grande tampoco es gran cosa.