jueves, 25 de diciembre de 2008

¿Plagio o lipograma?

Nach me ha defraudado. Supe de él hace algunos meses gracias a mi hijo Juan. Me interesó mucho su canción Efectos vocales, un buen ejemplo del valor literario de algunas de las piezas del hip-hop. Pero el que es ya uno de los primeros raperos de España da la impresión que no ha sabido resistirse a la tentación de aupar su carrera con una polémica: ha denunciado públicamente las que considera excesivas similitudes entre la campaña del Ministerio de Sanidad Yo pongo condón y su tema estrella de Efectos Vocales.

Creo que la acusación es desmedida. No tengo porqué defender aquí ni al Ministerio ni a la agencia BAP & Conde, que le ha diseñado la campaña, pero creo que la única similitud entre ambas coplas (además de su adscripción al estilo hip-hop) es el uso de un recurso literario cuya autoría no puede atribuirse Nach: el lipograma.

Según el diccionario de la RAE, el lipograma es un texto en el que se omiten deliberadamente todas las voces que contienen determinada letra o grupo de letras. Este recurso tiene su origen en la poesía griega, y la literatura castellana nos ofrece numerosos ejemplos, desde el romance final (sin o) del relato anónimo Vida i hechos de Estevanillo González, del siglo XVII, hasta los cinco textos lipogramáticos —suprimiendo en cada uno una vocal—que Jardiel Poncela publicó a finales de la década de los veinte del siglo pasado.

Pero los de Nach y el Ministerio son ejemplos extremos de lipogramas porque suprimen todas las letras menos una. Los entendidos los llaman “lipogramas de presencia” o textos "monovocálicos". Como el cuento corto de Rubén Darío

“Amar hasta fracasar”, cuya única vocal es la a. De esta modalidad lipogramática –que tuvo en el francés Georges Perec al principal autor—hay también muchos ejemplos en la música. Les Luthiers la practicó en alguna de sus piezas (Papá Garland) y el otro día —al hilo de esta polémica— alguien recordaba a Mamá Ladilla y el tema En el vergel del edén.

En fin, Nach no puede atribuirse la propiedad intelectual de un recurso literario. Colofón: condón no robó “o”, ¡no, loco, no!, sólo sonó homólogo como trovo no mozo. ¡Ojo, roñoso, los tropos somos todos¡

3 comentarios:

Na8 dijo...

Aprovecho el post sobre Nach para regalarte a ti, y a tus lectores encandilados con la "magia" de los lipogramas, el enlace de www.juegosdeingenio.org un sitio magnifico (para mi gusto el mejor de su género) que en numerosas ocasiones ha referenciado lipogramas y otras maravillas que nos regala el ingenio y el lenguaje.

Na8

Antonio Cortés Espeira dijo...

Esta campaña me da un poco de pena, parece que cualquier mono con un pareado ya sabe hacer una pieza de rap. No sé si es plagio o no, pero falta calidad.

Os dejo este link que puede venir con el tema.
http://www.youtube.com/watch?v=k4f8CVIhrag

Antonio Cortés Espeira dijo...

Jose María, no hace falta que lo publiques, esto te puede interesar:

http://www.youtube.com/watch?v=mMcR3mRNy5s