miércoles, 11 de abril de 2007

Cuando éramos incorrectos



No sé por qué mi padre compraba las revistas de Selecciones del Reader’s Digests. Quizá por ser, como decía el slogan, “la revista más leída del mundo”. El caso es que yo las leía cada mes y aún conservo varias. La mayoría de los artículos son soporíferos, pero algunos anuncios resultan curiosos. Por ejemplo, éste de noviembre de 1975, en el que se aprecia lo que hemos perdido o ganado por esa convención social de lo políticamente correcto. ¿¡A ver qué creativo publicitario se atreve ahora!?
Por cierto, merece la pena pulsar encima del anuncio y leer la letra pequeña.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Aprovechando la entrada incorrecta de hoy te cuento que el incorrecto Congreso Tabernario de Carmona fue muy interesante y divertido. Mi ponencia solamente llegó a la taberna árabe y no hubo tiempo para desmitificar al Café- el local- de toda la espuma pseudopolítica que le envuelve. Otra vez será porque- felicítame, compañero tabernario-, ya estamos preparando el 2º Congreso, que será bianual a partir del próximo. Lo del Centro Nacional de Investigación de la Taberna, pinta bien. La Casa de los XXXXXX, del siglo XVII, será posiblemente la sede. El Alcalde, si gana las elecciones de mayo, lo apoya. La Universidad Sevillana, como siempre hace la Universidad con lo que no se le ocurre a ella, dudando, meditando, haciendo el Don Tancredo. Aunque no te lo creas, me gané fama de serio, pesado, un poco aburrido... en la ponencia.Tuve que reivindicar que a mí lo que me gusta el es kabaret ante unas señoras muy ennoblecidas y apellidadas de Jerez.Les prometí hablar en el 2 Congreso sobre la sicalipsis y el papel de la "querida" en la sociedad tabernaria y bodeguera de sus años mozos."Demudada la color" me animaron a preparar la conferencia, pero con modos; ni tanto, ni tan calvo, me dijeron a modo de resumen. En los debates salió a relucir la taberna republicana y de la guerra civil (hay rojos y memorísticos en todas partes) y se pidió que alguien debía preparar una ponencia sobre el tema. Yo apunté que sería bueno averiguar si es cierto que La Columna de la Muerte, en su camino hacia Extremadura, "fusiló" a las tabernas anarquistas sevillanas. En fin, temas tabernarios...
Al amigo Peláez le invito a que el año que viene me acompañe a pasear por las tabernas de Carmona- magníficas, preciosas, bien dotadas y a contemplar desde El Alcázar del Rey Pedro uno de los paisajes más hermosos del mundo. A tí también te invitaría, Josemaria, pero seguramente estarás discutiendo proyectos culturales en Rodesia o Ruanda por esas fechas.

Anónimo dijo...

Y encima el artículo horadado del anuncio es del pobre Martínez de la Rosa, poeta y que llegó a ser presidente del gobierno durante el período del Estatuto Real. Ah, y además abuelo del abuelo del abuelo de un famoso corredor de fórmula 1 (?) del mismo nombre.

Decimonónico

Anónimo dijo...

Yo creía que era un bicho raro (bueno, realmente creo que lo soy bastante), pero descubro que hay gente tan rara como yo. Ahora resulta que mi buen amigo José María Lama también leía de pequeño las famosas Selecciones del Reader's Digest (cuya autoría correspondía a la CIA, según las malas lenguas de entonces). En mi casa también estaban presentes y solían gustarme los artículos que hablaban de países y lugares que me parecían exóticos (siempre me ha gustado mucho la geografía). Ahora bien, hay dos artículos en concreto que no se por qué razón (salvo que me gusta el deporte y la montaña), los recuerdo todavía con especial nitidez. Uno de ellos era la biografía del atleta francés de origen argelino Alain Mimoun, vencedor de la marathón en los JJOO de Melbourne. El otro era una narración sobre el rescate de un grupo de alpinistas que habían quedado atrapados en las laderas del Kilimanjaro.
En fin, rarezas de uno.

Anónimo dijo...

Josemari, tu siempre has sido incorrecto.

Anónimo dijo...

Tu también siempre has sido un poco incorrecta, Ferminilla.

Florentino Ariza

puertoblazquez@gmail.com dijo...

Mi padre tambien las compraba y de alguna manera todos teníamos la oportunidad de viajar (los artículos de geografía llevaban el correspondiente mapa) de conocer historias sorprendentes que a mi siempre me parecían verídicas y de llorar con algunos (muchos) relatos penosos en varios sentidos. Me ha encantado y has hecho que recuerde a un padre joven, trabajador y lector. Gracias.

Anónimo dijo...

Estos debates desde este lugar están atocinaos desde que falto yo..., no es por nada, que les daba vidilla y swingggg... Me aburre tanto bienpensante y moderado.