martes, 3 de enero de 2006

No hazañero, sino hazañoso



Hacen muy de los hacendados los que menos tienen para qué. Todo lo hacen misterio, con mayor frialdad: camaleones del aplauso, dando a todos hartazgos de risa. Siempre fue enfadosa la vanidad, aquí reída: andan mendigando hazañas las hormiguillas del honor. Afecte menos sus mayores eminencias. Conténtese con hacer, y deje para otros el decir. Dé las hazañas, no las venda; ni se han de alquilar plumas de oro para que escriban lodo, con asco de la cordura. Aspire antes a ser heroico que a sólo parecerlo.
Oráculo manual y arte de prudencia, Baltasar Gracián

2 comentarios:

francisco aranguren dijo...

Cita disuasoria, sin duda, tal vez en excexo ya que todos nos sabemos (creo) vanidosos (jesuítica cita, al fin). Me quedo con la entrada (que copié y tomo nota) en la que el bloguero dice aprender de sus críticos a relativizarlo todo, empezando por su propio blog.

josemarialama dijo...

No te fíes; también puedo ser yo el destinatario de la puya... aunque en este caso iba por otro. Aunque, no sé, habría que preguntar a Gracián.