sábado, 5 de noviembre de 2011

Verdades


El lunes vi La voz dormida. Me ha sorprendido. Pero, no exactamente la película. Al verla, me han sorprendido las críticas que antes había escuchado sobre ella. Sólo esperaba sectarismo, maniqueísmo, manipulación, “ogros y princesas”… En fin, falta de verdad.

Hay dos tipos de veracidad en una película como esta. Una es la de la fidelidad al texto en el que se basa y otra la de la veracidad de la historia en la que ambos texto y película se asientan.

Aunque cuando se trata de arte poca veracidad es exigible, quizá sea comprensible que el público pida que la película que adapta una novela previa no defraude a sus lectores. Benito Zambrano cumple esa petición. Ha tomado de la novela de Dulce Chacón los episodios más relevantes, los que giran alrededor de la muerte de Tensi, prescindiendo de la vida de Pepita sin su hermana, que ocupa la tercera y última parte del texto. Pero, aunque no recorra con la cámara todo el relato, no creo que nadie que haya leído la novela deje de reconocer en la película su rastro. Allí están los mismos personajes y las mismas situaciones.

Admitida la fidelidad al texto, sólo les quedaría a los críticos cuestionar la veracidad de la historia que narra. Y ahí es donde creo que está el quid de la cuestión. Algunos creen ―o quieren hacer creer que la película cuenta una exageración. Pero eso no es verdad. Lo que ocurre en la pantalla es una muestra de lo que ocurrió en la España de Franco en esos años de la guerra y la posguerra: cárcel, fusilamientos, torturas, desvalimiento ante la ley, complicidad de la Iglesia, dictadura, muerte. Y ogros, muchos ogros.

Por eso no me ha sorprendido la película y sí solo las críticas que más allá de sus aspectos artísticos (sublime, por cierto, María León) había escuchado sobre ella.

6 comentarios:

Juan Antonio Cortés Avellano dijo...

El lavado de cerebro que sometió Franco a los Españoles se nota en el 2011.

Ayer cuando volvía del trabajo, comentando con el taxista lo mal que estaba todo, me comentó muy pesaroso:" esto no lo arregla ni un Franco". No quise entrar en polémica pero ¿Qué arregló Franco?

Todavía hay mucha gente que cree que fue el dictador el responsable del desarrollo de España. En el blog que administro un anónimo me dejo escrito que gracias a Franco tenemos agua en el grifo... ¿Tuvimos que pasar una guerra civil para contar con avances que ya contemplaba la República?

En su blog Francisco Pilo comentó que Franco convirtió España en la 8ª potencia mundial. ¿Franco? ¿o los gobiernos democráticos que surgieron después de la muerte del dictador?

Para tergiversar el legado fascista del dictador y continuar con el lavado de cerebro tenemos a la ultraderecha disimulada en el PP. Representada por el ala dura de ese partido. Mayor Oreja, Esperanza Aguirre, etc. También cuentan con la inestimable colaboración de la TDT. Party (veo7, Intereconomía, 13 tv.) y la prensa (ABC, El Mundo, la Gaceta Libertad Digital. En España desinformar es muy fácil y, lo que a historia se refiere más todavía

PPK dijo...

Acabo de verla y firmo todas tus palabras. Quizá sea la mejor película con la Guerra Civil de fondo que he visto en los últimos años. Muy superior, por creíble, a Los girasoles ciegos y Las trece rosas.
Sólo me queda una duda: ¿por qué no aparece Javier Gurruchaga en los títulos de crédito? ¿No es él quien hace el papel de guardiana con mala leche?

Carrasco dijo...

Y la pena es que, hoy en día, sigue habiendo gente joven, que por desconocimiento (¿?), ignorancia, pasividad,... sigue pensando que con la derecha (por supuesto, si llegan a gobernar) todo se solucionará, que será la "panacea" para España, donde el pasado no cuenta y lo que les pasara a sus (bis-)abuelos ya no les toca a ellos ni de lejos. Que pena me dan.

Por cierto, José María (permite que te tutee), ví la película, y al día siguiente compré tu libro "La amargura de la memoria...". En él veo, como bien dices, que en la película no se exagera ni un ápice lo sucedido, e imagino que conocemos sólo la punta del iceberg.

Saludos,

Antonio Peña dijo...

"Coincido con tu opinión, esto escribí en el mío.
Hace poco fui a ver "La voz dormida". La crítica no la ponía bien, incluso llegaban a hablar de obra fallida,("acaba siendo tan prepotente como la España que pretende describir" escribe uno) a pesar de ello me arriesgué y me ha parecido sencillamente genial y absolutamente recomendable. Sólo con la parte de la cena de Navidad de la familia del general o de la nana que le canta la protagonista (Hortensia, la llaman Tensi, Inma Cuesta) a su niña recién nacida poco antes de ser ejecutada, ya merecería la pena para un amante del buen cine. La película es dura, sin duda, pero infinitamente más dura fue la vida, para los vencidos de la guerra civil, en esa época. En Benito Zambrano tenemos un gran director y la actriz secundaria, Pepita (María León), hace un papel tan genial que por momentos se convierte en actriz principal. La descripción de las cárceles trasciende la película para adentrarse de lleno en el terreno del documental. Toda la película destila realidad social de aquella época tan inhumana. Y al contrario de lo que se afirmó por parte de algún crítico sobre "Los fantasmas de Goya" (otra genial película, sobre la época de la historia de España que le tocó vivir al genial pintor, de 2006 del director Miloš Forman, una produccion hispano-estadounidense) acusándola de "maniquea", en esta, la realidad es poliédrica y concede los dones de la bondad y la compasión también a ciudadanos de familias de derecha, evitando que aparezcan sólo como atributos de la izquierda."

Anónimo dijo...

el arte y lo que se llama verdad nada tienen que ver, desde al arte popular de freir un guevo a escribir un soneto, con la llamada realidad, percibida con cualquier método racional habido o por haber..., desde Platón a Witgestein..., falta preparación estéticaentre los "cultos" de este pais, no se da en la escuela ni en la calle, ni en casa, y los Medios changuchean tood eso para vender esto o aquello, malo, feo..., y, como dijo Lenin, "la estética será la ética del futuro", hoy, esa falta, asfixia, con la llamada Grisalla, Crisis o Grisis..., como dijo mi admirado escritor polaco Stanilaw Ignacy Wietkewitc, en su magnífica novela "Insaciabilidad", que eso sí que sí..., no leída por casi nadie en España, no estáde moda: "me da mucho asco aquellos que espían la realidad para reproducirla con fruición y frenesí", y añado, desde El Caso a la novela histórica, carcundias similares en su magma pegajoso y tiránico de la inteligencia, la valentía y el amor..., otros mundos son posibles de bellezas, bienes, verdades más grandes..., salud

Anónimo dijo...

No he visto la película pero después de este post espero hacerlo cuanto antes.
Siempre habrá elementos a los que el acto de contar la realidad de aquella España tal y como fue les produzca sarpullidos. Les "molesta" que no se diga que fueron años de conciliación y pax aeterna.