Pasó San Blas
El otro día fue San Blas. Nunca lo olvido, porque cierra cuatro hitos destacadísimos del santoral de Zafra. Le preceden San Ciro (31 de enero), Santa Brígida (1 de febrero) y La Candelaria (2 de febrero). Si Brígida es la patrona de la localidad y La Candelaria la advocación de la principal parroquia, a Ciro está dedicado el retablo central de ese templo, donde se supone que están sus reliquias.
No, no sufro ningún ataque de beatitud. El caso me interesa porque, a partir de la labor evangelizadora de santa Brígida en Irlanda, y de otras concomitancias con el resto de los santos citados, Fernando Serrano Mangas (Salvaleón, 1954) considera que esos cuatro días son el reducto de la relación entre hibernios y zafrenses, entre Irlanda y Zafra; el escondite de siglos para la Zafra prerromana de la Beturia Céltica.
Lo contaba ―y lo cuenta― un libro sorprendente que leí en su momento y que fue publicado por ese profesor de la Universidad de Extremadura hace unos años: La segura travesía del Agnus Dei. Ignorancia y malevolencia en torno a la figura de Benito Arias Montano “El Menor” (Badajoz, Diputación-Editora Regional de Extremadura,1999). Aunque algo confuso y a veces disparatado, el libro de Fernando Serrano es una lectura sugerente, de innegable desparpajo intelectual, y que deja estupefacto con ideas como que Zafra y la casa de Feria sean algunos de los principales leitmotiv de la obra poética de ¡¡Francisco de Quevedo!!
El libro fue además motivo de polémica con el profesor de Latín Juan García Gutiérrez (Aceuchal, 1936), porque el de Salvaleón refutaba alguna de las tesis del latinista sobre la Asafrae Descriptio de Enrique Cock.
El caso es que yo me acuerdo de san Blas gracias a mi amigo Juan García, a Fernando Serrano y a don Francisco de Quevedo:
No, no sufro ningún ataque de beatitud. El caso me interesa porque, a partir de la labor evangelizadora de santa Brígida en Irlanda, y de otras concomitancias con el resto de los santos citados, Fernando Serrano Mangas (Salvaleón, 1954) considera que esos cuatro días son el reducto de la relación entre hibernios y zafrenses, entre Irlanda y Zafra; el escondite de siglos para la Zafra prerromana de la Beturia Céltica.
Lo contaba ―y lo cuenta― un libro sorprendente que leí en su momento y que fue publicado por ese profesor de la Universidad de Extremadura hace unos años: La segura travesía del Agnus Dei. Ignorancia y malevolencia en torno a la figura de Benito Arias Montano “El Menor” (Badajoz, Diputación-Editora Regional de Extremadura,1999). Aunque algo confuso y a veces disparatado, el libro de Fernando Serrano es una lectura sugerente, de innegable desparpajo intelectual, y que deja estupefacto con ideas como que Zafra y la casa de Feria sean algunos de los principales leitmotiv de la obra poética de ¡¡Francisco de Quevedo!!
El libro fue además motivo de polémica con el profesor de Latín Juan García Gutiérrez (Aceuchal, 1936), porque el de Salvaleón refutaba alguna de las tesis del latinista sobre la Asafrae Descriptio de Enrique Cock.
El caso es que yo me acuerdo de san Blas gracias a mi amigo Juan García, a Fernando Serrano y a don Francisco de Quevedo:
A que me tocase fui,
como si fuera instrumento,
como si fuera instrumento,
y fue para mi garganta
San Blas, con sus cinco dedos.
2 comentarios:
Fernando Serrano Mangas es uno de los pocos sabios que en este mundo son jóvenes.Todos sus libros están llenos de erudición, sugerencias y desparpajo, amén de verdades. Es de lo mejorcito que se mueve por aquí. ¡Y qué desaprovechado!
Muy de agradecer este post, Lama.
Desde luego que “La segura travesía del Agnus Dei” es sugerente. Lo curioso es que he escuchado en Zafra divagar sobre un entramado cabalístico que incide en la antigua disposición de la Iglesia, del cementerio que había a su alrededor, de la judería y de unos posibles portales anteriores a los actuales. También en el insólito mercadeo alquímico de azufre y solimán y en la personalidad de Lorenzo Ramírez de Prado o Pedro de Valencia, por no hablar de personajes más anónimos como judíos y conversos, alumbrados, viajeros, abades o escribanos.
Aunque nos valga el topónimo “Sajra” más que “Zafer” y don Juan García sea la autoridad en lo referente a la “Asafrae” de Cock, las propuestas de Fernando Serrano son, por lo menos, las más originales de las que se han hecho hasta ahora.
Al chovinismo zafrense tiene que gustarle más la idea de cuatro días sagrados que justificar la advocación de la Candelaria en la fecha de la Reconquista.
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