jueves, 21 de septiembre de 2006

"Uno de los nuestros"


Se dice que Pio Cabanillas padre siempre preguntaba después de unas elecciones: ¿quiénes hemos ganado esta vez? No sé si el alcalde de Badajoz emula antes de tiempo al fallecido político franquista o es que ya (y faltan ocho meses) no da ni un duro por la opciones de su partido, el Popular, en los comicios autonómicos del año próximo en Extremadura. El caso es que sus declaraciones con motivo de la designación del sustituto de Juan Carlos Rodríguez Ibarra en la cabecera de la candidatura del PSOE han sido las más graciosas de todas las que he leido y escuchado estos días. Miguel Celdrán ha dicho que le gusta Guillermo Fernández Vara porque si el Partido Popular pierde las próximas elecciones al menos en la Junta habría alguien que ha pertenecido al PP.
Enternecedor.

7 comentarios:

josemarialama dijo...

He suprimido un comentario sobre este artículo firmado por "Vareta" debido a que infringía las escasas normas que rigen este blog:
1) no permitir los comentarios anónimos si se utilizan para insultar a alguien y
2) no permitir los insultos en ningún caso.

josemarialama

José M. Sánchez-Paulete dijo...

Miguel Celdrán es un hombre con retranca, no es tonto aunque si bastante vulgar, es lo que en Badajoz suele denominarse un "parguela", modismo muy localista con el que se define a las personas que no tienen mas aspiraciones que las suyas propias, con ese comentario Celdrán se retrata. No ganarán las elecciones pero al menos las ganará uno que en una ocasión lejana fue de los suyos, verbigratia.

Anónimo dijo...

Este tipo tiene cara de poder solucionar los graves problemas dejados por el anterior mando. Creo que merece la pena y seguro que lo hará muy bien. No es gran esfuerzo a tenor del anterior mando. Que sea del pp o del pesoe no importa, lo que que importa es que sea gato y que caze.

Anónimo dijo...

Evidentemente es uno de los suyos, del bipartidismo que manda, claro es que don Celdrán no se equivoca nada, y es sagaz, aunque engañare por su vulgaridad presunta.

Anónimo dijo...

Victor Cascos cada vez está más lejos del pueblo. Ahora acusa a Ibarra de cacique porque en las elecciones nunca ha sido capaz de demostrarlo. A Cascos sólo les interesa cultivar el voto interno y demostrar ser más rojo que nadie, no vaya a ser que Cristóbal le quite el sitio. Estos de IU siempre hablando en clave interna.

Anónimo dijo...

Cascos está bien lejos del pueblo, vive en la ciudad. Y todo es un bonito debate en IU que muestra su democracia interna real. No como la elección del "candidato" pesoe, en la que las bases del ni se han enterado, a no ser por los medios de propaganga. Y no sólo las bases sino que sólo supo de ello, y "mandó", un exquisito grupete de "ilustrados despóticos" en la cúpula del partido. Así que la elección de uno de los nuestros se reduce a aceptar a uno de los suyos por bases y militantes de carnet a título nominal, que ni pincha ni corta. Y eso es lo que realmente espeluzna y hace que lo rechace desde el inicio. Porque democracia también son las formas. Y esas formas han tenido más que democracia nombramiento "papal", sucesión de la "cosa nostra", o selección de uno de los nuestros, que no elección democrática del partido. Decir la verdad no es insulto, máxime si se conservan ciertas formas de lenguaje que encierren retranca.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

La mejor frase de Pío Cabanillas padre la pronunción tras un congreso en Palma de la extinta UCD: "yo ya no sé si soy de los nuestros".

Anécdotas apócrifasde Don Pío hay para llenar un libro.

Cuentan que un día de junio de finales de los sesenta iban Don Pío y DOn Manuel (el que ya sabemos) desde SAntiago a Tui. Carentes los coches de la época de cualquier tipo de aire acondicionado, Don Manuel lamentó no haber traído bañador para zambullirse en una playa al sur de Vigo. Don Pío le dijo que sabía de una cala en la que no habría nadie y podrían cumplir sus deseos de refrescarse. ASí que Don Manuel, desprovisto incluso del meyba de Palomares, daba brazadas cuando de un autobún descienden una treintena de internas del colegio de las Escolapias acompañadas por cuatro monjas.

Don Manuel se apresuraba a salir del agua tapándose las partes pudendas y Don Pío le gritaba desde la orilla; La cara, Don Manuel, lo que se tiene que tapar es la cara