Francisco Espinosa acusa de manipulación a EL PAÍS
El historiador Francisco Espinosa publicó en El País del 10 de septiembre pasado un artículo titulado "De fosas y desaparecidos". Ayer se publicaba en el mismo diario una "Fé de errores" donde se rectificaba una de las frases del artículo. Espinosa me remite un texto donde explica la urdimbre del asunto y acusa al periódico de manipulación.
Manipulación profesional en el periódico global
La pasada noche del día 8 envié un artículo al diario El País. Al día siguiente al mediodía se me comunicó –con la firma “Sección de Opinión del diario El País”– que el Comité de Lectura de artículos de opinión había decidido proponer su publicación, lo cual sin previo aviso se llevó a efecto al día siguiente miércoles 10. En un vistazo superficial percibí algunos cambios aparentemente irrelevantes, cosa por cierto prohibida en su Libro de estilo (p. 38 de la edición de 1990) salvo por motivo de ajuste o errores flagrantes, lo que no era el caso, pero no fue hasta la tarde de ese día que decidí cotejar las dos versiones. Fue entonces cuando me di cuenta de que se había producido un cambio importante en una frase concreta. En el texto que envié se leía:
La pasada noche del día 8 envié un artículo al diario El País. Al día siguiente al mediodía se me comunicó –con la firma “Sección de Opinión del diario El País”– que el Comité de Lectura de artículos de opinión había decidido proponer su publicación, lo cual sin previo aviso se llevó a efecto al día siguiente miércoles 10. En un vistazo superficial percibí algunos cambios aparentemente irrelevantes, cosa por cierto prohibida en su Libro de estilo (p. 38 de la edición de 1990) salvo por motivo de ajuste o errores flagrantes, lo que no era el caso, pero no fue hasta la tarde de ese día que decidí cotejar las dos versiones. Fue entonces cuando me di cuenta de que se había producido un cambio importante en una frase concreta. En el texto que envié se leía:
El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no son los responsables de los crímenes cometidos ni montar otra Causa General ahora de signo contrario. En realidad se persiguen tres fines...
La frase aludía a lo escrito por J. Pradera en su columna del domingo anterior día 7, titulada "La guerra que no cesa", donde tras referirse a diversos procesos de transición decía: La singularidad española es que se continúen buscando en 2008 las responsabilidades individuales de los crímenes cometidos entre 1936 y 1975, a los 33 años de iniciada la transición y 72 años después de comenzada la Guerra Civil. Por mucho que se repita la necedad, la atribución de esa anomalía a un pacto de silencio solapadamente suscrito en 1978 por franquistas cínicos e izquierdistas claudicantes continuará siendo una enorme tontería. Y a continuación seguía una crítica al uso de la palabra desaparecidos en relación con la guerra civil española.
Esto influyó en el título que puse al artículo, en el que, intencionadamente, utilicé la palabra desaparecidos, reivindicando así su aplicación en el caso español y su estrecha relación con el concepto de fosa común. Pero alguien, que probablemente captó la relación con el escrito de Pradera, decidió que la frase anterior no debía salir así sino de esta otra manera:
El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no es descubrir ni mucho menos castigar a los responsables de los crímenes cometidos, ni tampoco montar otra Causa General, ahora de signo contrario. En realidad se persiguen tres fines...
Naturalmente el sentido del texto original fue tergiversado por completo haciendo decir al autor lo que no había dicho y dando a la frase un sentido que no tenía, de forma que lo que era una alusión crítica a quienes, como Pradera entre otros, acusan de espíritu de venganza al movimiento de memoria histórica, se convirtió en una peculiar y extraña opinión del autor sobre lo que no debe ser el objetivo del llamado movimiento por la memoria. La consecuencia del cambio fue inmediata, produciéndose esa misma mañana y a lo largo del día críticas en torno a esa frase y a la siguiente, que por proximidad también había quedado desvirtuada, pues de ser respuesta a la anterior sobre lo que buscan realmente la mayoría de las personas que recurren a la página de Todos los Nombres –la frase simplemente constataba un hecho– pasó igualmente a representar otra opinión del autor.
El día 11 escribí una carta al director denunciando la manipulación y pidiendo una rectificación pública. Los efectos de la fechoría ya habían llegado al propio periódico, que en la misma edición de ese día publicaba una carta ("Sorprendente", de María M. Lorenzo) en la que se utilizaba la frase falsificada para criticar un supuesto doble rasero del juez Garzón y la actitud de la sociedad española. Supongo que esta circunstancia la tuvo que saber la propia Sección de Opinión que había dado el visto bueno a mi artículo y supo del arreglo pero, según parece, le dio igual.
Por otra parte, como era de esperar, a determinada gente –por no usar otra palabra– les faltó tiempo para esparcir por Internet críticas a mi texto y a mi persona, todas ellas centradas precisamente en el párrafo falsificado. La bola es difícil de parar y, como siempre, las críticas aparecen muchas más veces que el propio artículo. El falsificador contaba ya probablemente que su trabajo sería amplificado de inmediato por ese tipo de individuos que ni siquiera consideran oportuno aguardar un tiempo prudencial para ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
Por su parte El País, ante mi queja al director, se ha conformado con incluir el viernes 12 en una "Fe de errores" el texto que apareció y el original –antecedido por un "debía haber dicho...". Con ello el periódico ampara y avala no sólo “el error”, que no existió, sino la falsificación y por tanto al individuo que alteró el texto para desvirtuarlo y causar perjuicios al autor.
El manipulador profesional, que introdujo al menos veinte pequeños cambios en el texto publicado con la probable intención de diluir el verdadero cambio, debe estar riéndose allí donde esté. Ha conseguido que el contenido del artículo haya sido relegado a un segundo término y que, dada la extrañeza producida por el hecho de que semejante defensa de la impunidad salga de quien esto escribe –sobre todo después de haber mantenido una y otra vez la necesidad de que la verdad jurídica vaya a la par que la verdad histórica–, la discusión se centre en el párrafo manipulado. Y es que realmente los efectos de la falsificación afectan a todo el artículo –encabezado por la frase manipulada: “El objetivo del movimiento por la memoria no es castigar a los responsables de la represión…”– y, por supuesto, al autor, víctima de un verdadero ejercicio de ese tipo de violencia que no deja huellas visibles.
La frase aludía a lo escrito por J. Pradera en su columna del domingo anterior día 7, titulada "La guerra que no cesa", donde tras referirse a diversos procesos de transición decía: La singularidad española es que se continúen buscando en 2008 las responsabilidades individuales de los crímenes cometidos entre 1936 y 1975, a los 33 años de iniciada la transición y 72 años después de comenzada la Guerra Civil. Por mucho que se repita la necedad, la atribución de esa anomalía a un pacto de silencio solapadamente suscrito en 1978 por franquistas cínicos e izquierdistas claudicantes continuará siendo una enorme tontería. Y a continuación seguía una crítica al uso de la palabra desaparecidos en relación con la guerra civil española.
Esto influyó en el título que puse al artículo, en el que, intencionadamente, utilicé la palabra desaparecidos, reivindicando así su aplicación en el caso español y su estrecha relación con el concepto de fosa común. Pero alguien, que probablemente captó la relación con el escrito de Pradera, decidió que la frase anterior no debía salir así sino de esta otra manera:
El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no es descubrir ni mucho menos castigar a los responsables de los crímenes cometidos, ni tampoco montar otra Causa General, ahora de signo contrario. En realidad se persiguen tres fines...
Naturalmente el sentido del texto original fue tergiversado por completo haciendo decir al autor lo que no había dicho y dando a la frase un sentido que no tenía, de forma que lo que era una alusión crítica a quienes, como Pradera entre otros, acusan de espíritu de venganza al movimiento de memoria histórica, se convirtió en una peculiar y extraña opinión del autor sobre lo que no debe ser el objetivo del llamado movimiento por la memoria. La consecuencia del cambio fue inmediata, produciéndose esa misma mañana y a lo largo del día críticas en torno a esa frase y a la siguiente, que por proximidad también había quedado desvirtuada, pues de ser respuesta a la anterior sobre lo que buscan realmente la mayoría de las personas que recurren a la página de Todos los Nombres –la frase simplemente constataba un hecho– pasó igualmente a representar otra opinión del autor.
El día 11 escribí una carta al director denunciando la manipulación y pidiendo una rectificación pública. Los efectos de la fechoría ya habían llegado al propio periódico, que en la misma edición de ese día publicaba una carta ("Sorprendente", de María M. Lorenzo) en la que se utilizaba la frase falsificada para criticar un supuesto doble rasero del juez Garzón y la actitud de la sociedad española. Supongo que esta circunstancia la tuvo que saber la propia Sección de Opinión que había dado el visto bueno a mi artículo y supo del arreglo pero, según parece, le dio igual.
Por otra parte, como era de esperar, a determinada gente –por no usar otra palabra– les faltó tiempo para esparcir por Internet críticas a mi texto y a mi persona, todas ellas centradas precisamente en el párrafo falsificado. La bola es difícil de parar y, como siempre, las críticas aparecen muchas más veces que el propio artículo. El falsificador contaba ya probablemente que su trabajo sería amplificado de inmediato por ese tipo de individuos que ni siquiera consideran oportuno aguardar un tiempo prudencial para ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
Por su parte El País, ante mi queja al director, se ha conformado con incluir el viernes 12 en una "Fe de errores" el texto que apareció y el original –antecedido por un "debía haber dicho...". Con ello el periódico ampara y avala no sólo “el error”, que no existió, sino la falsificación y por tanto al individuo que alteró el texto para desvirtuarlo y causar perjuicios al autor.
El manipulador profesional, que introdujo al menos veinte pequeños cambios en el texto publicado con la probable intención de diluir el verdadero cambio, debe estar riéndose allí donde esté. Ha conseguido que el contenido del artículo haya sido relegado a un segundo término y que, dada la extrañeza producida por el hecho de que semejante defensa de la impunidad salga de quien esto escribe –sobre todo después de haber mantenido una y otra vez la necesidad de que la verdad jurídica vaya a la par que la verdad histórica–, la discusión se centre en el párrafo manipulado. Y es que realmente los efectos de la falsificación afectan a todo el artículo –encabezado por la frase manipulada: “El objetivo del movimiento por la memoria no es castigar a los responsables de la represión…”– y, por supuesto, al autor, víctima de un verdadero ejercicio de ese tipo de violencia que no deja huellas visibles.
El error fue creer no ya que El País respetaría la libertad intelectual y el derecho de autor, cosas que ya sabemos que no están entre las prioridades de buena parte del cuarto poder, sino simplemente que no falsificarían un documento de carácter privado enviado a la sección de opinión de un periódico.
Francisco Espinosa Maestre
La ilustración es la original que acompañaba al artículo publicado el 10 de septiembre.
El autor es Enrique Flores, un artista extremeño colaborador habitual de "La cuarta página" de El País.
36 comentarios:
Ignoro si Espinosa participa de esta lista o la consulta esporádicamente, pero si fuera así, le rogaría que me aclarara alguna de las expresiones vertidas en su texto "F. Espinosa acusa de manipulación a EL PAIS", publicado en el blog "Las piedras en el río". Fundamentalmente, en lo dicho por él en el párrafo en el que se lee: "Por otra parte, como era de esperar, a determinada gente –por no usar otra palabra– les faltó tiempo para esparcir por Internet críticas a mi texto y a mi persona, todas ellas centradas precisamente en el párrafo falsificado. La bola es difícil de parar y, como siempre, las críticas aparecen muchas más veces que el propio artículo. El falsificador contaba ya probablemente que su trabajo sería amplificado de inmediato por ese tipo de individuos que ni siquiera consideran oportuno aguardar un tiempo prudencial para ver cómo se desarrollan los acontecimientos."· Y dado que a Espinosa parece persiguele el infortunio con los editores de sus letras, sí que le rogaría que me confirmara que lo publicado por José María Lama, el "hombre de las piedras" en su blog "Las piedras del río", es estrictamente el texto que originalmente le remitió, y si así fuera (¿porqué dudarlo?, o ¿porqué hacerlo a priori de la solvencia de EL PAIS?), si así fuera, repito, me agradaría mucho que nos, o me, proporcionara una breve explicación de lo que ha querido decir cuando escribe que "...a determinada gente –por no usar otra palabra– les faltó tiempo para esparcir por Internet críticas a mi texto...", o cuando lo remacha apuntando que "...ese tipo de individuos que ni siquiera consideran oportuno aguardar un tiempo prudencial para ver cómo se desarrollan los acontecimientos...".
¿Se infiere de estas últimas palabras de Espinosa que tras leer cualquier artículo que en el futuro pudiera publicar en cualquier medio de comunicación, algunas personas que pudieramos hacer alguna apostilla o crítica a todo o a parte del mismo debiéramos "aguardar un tiempo prudencial para ver cómo se desarrollan los acontecimientos"? ¿Es que a Espinosa le parece natural que debamos esperar prudentemente a que confirme en un segundo texto que su primer texto ha sido o no manipulado, para que podamos emitir un análisis sobre el mismo? ¿Cuál es la otra palabra a la que parece aludir pero que no se atreve a escribir cuando dice "determinada gente –por no usar otra palabra–"? Y por último, ya que la expresión "tipo de individuos" es un tanto ambigua, ¿podría el sr. Espinosa ser un poco más incisivo e intentar caracterizar mejor a las personas que hemos criticado su artículo, definiendo con concrección y desde su punto de vista cuáles son esas cualidades que nos animan o esos defectos que nos lastran, ya que son éstos últimos los que probablemente han hecho que nos empaquete en el grupúsculo de "ese tipo de individuos"?
Pero por favor, si el sr. Espinosa decidiera replicar al presente texto, sí que le rogaría que comprendiera que es posible que yo mismo u otra persona cercana a lo que él llama movimiento de la MH le respondiera o contrarreplicara inmediatamente, sin esperar a que el propio Espinosa hiciera la corrección de sus propios errores sobre lo publicado por él mismo. Para mayor abundamiento, no se comprendería que también tuviéramos que esperar a que nos confirmara que su texto previo carece de error alguno para que nos precipitemos sobre él con el propósito de desmenuzarlo y criticarlo aviesamente, al estilo (ya sabe usted, cómo somos la gentuza) de "ese tipo de individuos" que no son otra cosa que "determinada gente --por no usar otra palabra--".
Esta polémica no es gratuita. La réplica a Espinosa estaba fundamentada y defendía la inclusión de las últimas doctrinas del derecho de gentes en la legislación española, su universalización a todos nuestros códigos, textos y normas, la imprescriptibilidad de los crímenes franquistas cometidos desde 1936 a 1977 y la retroactividad en la persecución de los crímenes --y criminales-- de Lesa Humanidad. Y, sin embargo, Espinosa vuelve a errar en el texto que nos indica que era el originalmente escrito "El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no son los responsables de los crímenes cometidos....". Claro que se equivoca Espinosa, porque a buen seguro que él mismo sería el primer partidarío en juzgar y condenar a los nazis criminales responsables de las horrendas matanzas de 340 civiles en Lídice, Checoslovaquia, o 600 en Oradour-sur-Glane, Francia, por cierto 18 de ellos --9, niños-- exiliados españoles? ¿Es que acaso Espinosa se negaría a aplicar el mismo procedimiento jurídico y las mismas normas penales a los responsables de los 2000 asesinados en la matanza de Badajoz, que tan bien conoce de cerca?
paco_de_jerez@yahoo.es
http://todoslosrostros.blogspot.com
Paco de Jerez, ¿de verdad crees que el enemigo es Espinosa?
Pero ¿te has enterado de qué va el artículo? ¿lo has leído?
Tampoco parece que hayas leído esta entrada.
¡Qué barbaridad!
Pues sí, Carla, este Paco de Jerez se queda en la epidermis de las cosas y con tal de pinchar a Espinosa con menudencias, soslaya el verdadero problema de los desaparecidos, las reivindicaciones (múltiples y no siempre consensuadas) del movimiento (sí, movimiento social) por la memoria, y, poe supuesto, de la burda manipulación de un medio con tanta capacidad de influencia social.
El jerezano desvirtua de principio a fin el debate propuesto por Espinosa, por lo que es mejor obviarle y no hacerle ni caso.
Saludos.
Anselmo L.
"¿porqué hacerlo a priori de la solvencia de EL PAIS?)"...
Resulta que "El País" (con tilde y todo para más recochineo) hace tiempo que viene dando muestras de su más que supuesta "solvencia" informativa: hace años nos intoxicaron a base de mentiras durante la guerra de Yugoslavia, lo hacen ahora con el conflicto armado en Georgia, silencian la reciente controversia en torno al 11/9, no publican casi nada de Afganistán y un largo etcétera.
Sobre España, a veces tienes que leer la prensa extranjera para enterarte p.e. de datos económicos...
¿Y de las fosas del genocidio español? ¿Puede presumir ese diario de haber cubierto con rigor y profesionalidad algo tan delicado que ya fue iniciado en los convulsos años de la mitificada "Transición"? ¿Cuál ha sido su aporte p.e. en lo que se denomina periodismo de investigación al tema?
Y eso que son el "cuarto poder"... Poder que por lo visto les sirve para situarse como secuestradores de la información y maestros de la desinformación.
En fin, lo que más me llama la atención es esa rapidez "al quite" de algunos grupos para arremeter contra Francisco Espinosa a la primera oportunidad.
¡Menuda cuadrilla!
Saludos cordiales
P.S. Ya que se ha mencionado, no vendría mal recordar el paripé de juicio sobre la matanza de Oradour. Menuda pifia, y esta no es de EL PAIS...
Apunta Paco de Jerez. Deberes para esta semana:
- Vas a empezar leyendo "La guerra civil en Huelva".
- Luego vas a seguir por "La justicia de Queipo".´Un día de ddescanso y
- al siguiente empiezas con todo lo de Cr´tica: "Morir, matar..." "La columna de la muerte" "Contra el olvido", relees otra vez "La justicia..." y terminas con "La primavera del frente popular".
- Luego haces un resumen y se lo entregas al profesor. Ya veremos si pasas la reválida.
Por cierto ¿tú no eres el obispo de Asturias que ha nombrado el papa Florencio?
Estoy con PAco. Es curioso que un sr firmante de la declaracion de Nizkor venga con este articulo donde se omite el factor mas importante: reconocimiento juridico de las victimas del franquimo.
Juan_UHP
Pues haz los mismos deberes que el Paco, porque tampoco has leído a Espinosa. Precisamente fue de los primeros que habló diciendo que la verdad jurídica debe ir al mismo tiemo que la verdad histórica y no ha cambiado de opinión. Tb fue de los primeros en hablar de desaparecidos en este país y que yo sepa tampoco les ha dado otro nombre. El artículo iba de lo que iba, no queréis hablar de su contenido porque os duele, porque sois de la iglesia del papa Florencio.
Pero ¿quién es el papa Florencio?
josemarialama
Que te lo digan el obispo Paco de Jerez y el obispo Juan HP. Ambos fueron designados obispos en el último cónclave dirigido por el papa Florencio, también conocido por el papa-capitan Floren, que como bien deben saber reune en su persona la doble condición de religioso y militar, como quería Jose Antonio para la falange, mitad monje, mitad soldado. ¿Lo captas, Lama?
Caramba. Cómo está el patio. Qué aburrimiento. Aprovecho la oportunidad para solisarizarme absolutamente con Francisco Espinosa que ha hecho más por restablecer la verdad histórica y el movimiento por la recuperación de la memoria (justicia debida), que todos aquellos que, despreciando cuanto ignoran, se ponen a parlotear a tontas y a locas. Ánimo Paco.
Creo que hay una nueva encíclica del Papa Florencio. Igual alguno de sus obispos nos la puede pasar. Ahora fustiga a los historiadores vendidos al poder y a las pompas mundanas. Traidores vulgares y rastreros. Más les vale ponerse en guardia porque caerá sobre ellos la santa intransigencia y la santa ira del Papa Florencio y de sus obispos. Un día este papa se va a dar cuenta de que el limbo de pureza en el que sitúa hay una puerta que lo conecta con Moa. Ese día tocarán las campanas de la catedral de la Almudena y celebrará la misa Rouco. Amen.
La dignificación de las víctimas del franquismo y la recuperación de sus memorias nunca será posible si entre los represaliados supervivientes, sus familiares, los investigadores y los activistas de la RMH no se consensúa previamente que "se debe hacer extensiva la actividad del estudio a toda la era franquista (1936-1977)...., establecer legislativamente la ilegalidad de todos los actos administrativos, jurídicos y ejecutivos de los sublevados; generar modificaciones en el edificio legislativo español que hagan recoger en leyes de desarrollo y códigos penales,
a) la ilegalidad de la Amnistía de 1977 como vergonzante Ley preconstitucional de Punto Final,
b) la retroactividad histórica en la persecución de los delitos de lesa humanidad, y
c) la imprescritibilidad de estos delitos;
Caracterizar la adscripción ideológica --progresista, colectivista y solidaria-- de los represaliados por el fascismo y el franquismo y elaborar sus perfiles biográficos, que no hagiográficos, para explicar su encaje e influencia con el entorno social coetáneo que les rodeó; definir el ideario, el peso específico políticoeconómico real y las actuaciones concretas de sus letales antagonistas, determinando la filiación de los verdugos y sus cómplices, describiendo con detalle sus ilegales actos e identificando su ubicación actual --si es que aún sobreviven--, haciendo especial hincapié en el estudio del origen de sus haciendas y privilegios actuales, suyos o de sus herederos, intentando determinar si proceden, en todo o en parte, de un enriquecimiento ilícito vinculado a su apoyo a los golpistas"
El texto arriba entrecomillado fue escrito y publicado 24 HORAS ANTES que la rectificación posterior de F. Espinosa editada en esta blog y en EL PAIS (tal como puede verse en las listas de GCE de tinet, yahoo, Foroporlammoria y kaosenlared, por ejemplo en http://www.kaosenlared.net/noticia/67320/respuesta-fosas-desaparecidos).
El prestigio alcanzado por Espinosa no le confiere estatus de portavoz del "movimiento por la memoria" y menos, para negar (supuestamente, según daba a entender la manipulación de EL PAIS) a los memorialistas su propósito de hacer extensivas las repercusiones jurídicas de la persecución de los delitos de lesa humanidad a los verdugos y a sus beneficiarios actuales.
La crítica realizada a su texto en las condiciones en las que se publicó tras ser manipulado por EL PAIS fue razonada, fundamentada y rápida. El hecho de que Espinosa tardara en comunicar que el texto original había sido "retocado" y que esperara a que fuera EL PAIS quien lo oficializara a través de su "fe de erratas" no hizo otra cosa sino agravar la confusión creada por los manipuladores. No se eniende por ello que arremeta contra los críticos a un párrafo que él mismo había criticado.
En cualquier caso, sí queda por saber si Espinosa, Reig Tapia, Casanova o Viñas siguen sosteniendo que la doctrina --que alguno de ellos respaldaron públicamente--, emanada del informe emitido por el Equipo Nizkor (imprescribtibilidad...., universalización...., retroactividad...., no a la le de Punto Final....), continúa para ellos siendo válida en todos sus extremos. Y, por último, vuelvo a levantar el interrogante: ¿es partidario Francisco Espinosa de identificar, denunciar, juzgar y condenar a los responsables de la matanza de Badajoz --si es que alguno de ellos sobreviviera aún--?
paco_de_jerez@yahoo.es
www.todoslosrostros.blogspot.com
Ahora todo esta mas claro.
Gracias Paco
Barrientos Vega
Ahora todo esta mas claro.
Gracias Paco
Barrientos Vega
Los que les pasa a algunos señores es que no soportan que haya gente que en vez de andar toda la vida opinando, como vulgares tertulianos de cualquier emisora, por ej. de la Cope, escriban libros sólidos y comprometidos. Tampoco soportan que fruto de un trabajo de muchos años estos autores se conviertan en referntes de mucha gente. Y es que la envidia es muy mala, sobre todo para estos desgraciados que no salen del hoyo en el que se encuentran permenentemente, es decir, de los cuatro foros a los que han quedado reducidos porque nadie los aguanta.
Si la envidia fuera tiña...
Paco el de Jerez, lee con atención los libros de Espinosa y obtendrás todas las respuestas a cuantas dudas te surjan. ¿O es que el papa Florencio lo quiere confesar? ¿Quizás alguno de sus obispos?
¡Dios santo bendito, perdónalos, que no saben lo que hacen!
Y lo mismo con los demás autores que nombras. Leed y comprenderéis.
José María, sin duda la ilustración elegida es muy buena pero creo que hubiera quedado mucho mejor alguno de los magníficos trabajos de El Roto sobre la manipulación, uno de sus temas favoritos. No tengo la menor duda de que el propio periódico para el que trabaja le debe servir frecuentemente de inspiración. De paso agradezco los mensajes solidarios ante la falsificación realizada por alguien de El País (los dioses lo confundan y permitan que se le atrofie la mano) y propagada por individuos que no merecen comentario alguno.
Porque he aprendido mucho en sus libros sobre esas fechas trágicas de la historia de España, sin entrar en detalles que desconozco, quiero solidarizarme con Francisco Espinosa. Puedo hacerlo tranquilamente porque juego con ventaja: sólo temo la excomunión de Benedicto XVI, que me podría dejar sin uno de mis entretenimientos favoritos; no temo la de ningún otro papa (más cuando no tengo la más remota idea de la religión que encabeza).
Sin acritud. Saludos.
Bien, tampoco considero que merezca la pena tirar demasiada pólvora para rebatir las críticas a Espinosa. Sacar toda una batería de críticas en base a una frase que es extraída del contexto del artículo es cuando menos lamentable. La trayectoria de Paco Espinosa está sobradamente acreditada y además suscribo lo dicho en cuanto a que el principal objetivo del movimiento de la RMH no es llevar a los verdugos ante la justicia porque entre otras cosas podrían contarse con los dedos de una mano los que continúan con vida.
Trasmutados en ardorosa rehala, los otrora moderados (con honrosas excepciones) han tornado sus cañas en lanzas y metarmofoseados en exaltados jacobinos --cual compacta harka amalgamada de enardecidos muyaidines y reposados mulás--, acorralan al vilipendiador infiel advenedizo que ha osado mancillar el placido sosiego del ayatolah.
El corporativismo, el tribalismo y el aldenismo coterranista se alían en comandita para no decir esta boca es mía ni musitar antiguas maldiciones hacia el libelo progubernamental que ha puesto en entredicho la integridad de su mufti (a la bicha, ni mentarla), pero --eso sí, Dios nos libre-- se ceban a coro vergonzantemente sobre la yugular del incauto hereje y hacen la ola al insigne autor, que asiste complacido a la degollina.
¡Pobre país! ¡Pobre libertad de expresión!
Ala, agur hasta siempre...
paco_de_jerez@yahoo.es
http://todoslosrostros.blogspot.com
¿Alguien tendría la amabilidad de traducir el último mensaje de Pacodejerez? Hace lustros que no parlo el arameo antiguo.
Hombre, Paco de Jerez, es que si ponemos a un lado la obra de estos historiadores contra los que habéis lanzado la yihab (ya sea Espinosa como Reig Tapia, Casanova o Viñas)y al otro lado ponemos la obra del papa Florencio y de sus obispos, tú entre ellos, pues tú dirás... Debes sosegarte un poco y no ponerte hecho un basilisco porque se te lleve la contraria. Nadie ha impedido tu libertad de expresión. Tu estilo recuerda a la de los nazis en el 33, siempre quejosos de que la democracia burguesa impedía el ejercicio de sus derechos. Ojala vuestra secta no prospere ni tenga oportunidad algún día de decidir cuál debe ser "nuestra historia" y quiénes "nuestros historiadores".
Pero ¿quién es el papa florencio ese? No hableis en clave, porfa.
Buena pregunta, Pantagruel, sospecho que la respuesta la encontrarás aquí:
http://www.larepublica.es/spip.php?article7368
Soy un pagano en historia, gracias al cielo y a todas las gracias de todos los sitios. Eso de principio. Esta guerra entre historiadores, por construir la historia como cada cual quiere, no según filosofías, que todavía, sino por opiniones y creencias, no criterios, apoya la mayor de mis aseveraciones continuas: los sucesos diacrónicos, esto es, lo ocurrido o el suceso/suceder en lo temporal y en un sitio, a varios, el llamado punto y hora, es imposible de discernir, nulo y una estolidez absurda. Ello es la imposibilidad de la historia. Y en eso está de acuerdo conmigo toda la cultura clásica en su noble sentido. Lo que llamáis historia es un mero devaneo decimonónico, en definitiva, una cosa huera y al servicio propagandístico de alguien o algo, cuando no escribidor del guión de la superestructura de la cosa dominante, siempre.
¿El diario El País? Una cosa de cultureta propagamndística del espectáculo mediático al servicio del son que más calienta, nada sino humo con los tiempos, una quisicosa canalla y mentidero del sistema espectacular dominante y refugio mental de los engreídos, que prefieren sus páginas como el no va más. Por ello no sorprende nada de esto ni de aquello. Y todo lo demás de matute, como dice el castizo. Cuando un juez pierde tanta energía y recursos ocupado por algo de hace 71 años, mientras en el ahora sus compass condenan inocentes a años de cárcel, y no son casos aislados, mientras los jueces y el terrorismo, hoy y ahora, son moneda del juego electorero y de intereses de dos partías de sicarios al servicio del Capital, el Espectáculo y el Mercado… Deduzcan vuesas mercedes, deduzcan…
Agradecer a Lama su deferencia al publicarme esta intempestiva, y también alguna cosa leída en esta entrada, que por su gracia literal o literaria, su riqueza de recursos, especialmente lo de “poco de jerez” y otros autores, y que han hecho que la lectura sea más grata.
Para saber sobre Floren Dimas, en http://www.galeon.com/florenciodimas/
Para saber sobre "paco de jerez", en http://todoslosrostros.blogspot.com y en http://es.groups.yahoo.com/group/valdenoceda/
Agustín, no es raro que te guste el poco de jerez porque ambos tenéis la misma lengua obtusa, confusa e hipotenusa. Visita su foro, te gustará ya que participáis de las mismas ideas. Tanto tiempo libre...
Paco-de-Jerez o como te llames. Eres peor que el que manipuló el texto de Espinosa en El País. Éste cumplió su asquerosa misión; tú la has prolongado, porque pese a saber que Espinosa nunca escribió que no había que descubrir ni castigar a los responsables de los crímenes del franquismo no sólo lo has mantenido sino que ni siquiera has tenido la decencia de explicar allí donde llevaste la falsificación que esa basura era cosa del manipulador. No dudes de que Goebbels te acogería con gusto en su equipo. Has dado la talla. Alguien te pondrá la medalla algún día. Igual Jiménez Losantos.
Mi querida Clara y sus amigas de llerena (lo de querida va con coña, ya que mal se puede querer a quien ni es mujer para dar la cara (¡menos el culo!) y toda la caterva de amigas, que eso dice tú, que lo crea el que quiera): llevas tiempo calladita y estás más guapa, eso te lo aseguro, sin verte. Mira, cada vez que intervienes aquí lo haces como cochambrosa maruja de mala baba, sin argumentos, con denuestos sobre mí, mi tiempo y otros asuntos personales que no creo que interesen a nadie, sin ceñirte ni aportar nada de nada. Tratando de invalidar mis escritos con esa baja forma de hacer, tan propia de la extremeñía mediocre de siempre, de la mala gente de esta tierra, que te aseguro que la tiene, burda y torpe, aunque.haya estudiao, como tú, para ganarse el chusco a regañadientes... Creo, o quiero creer, que el señor Lama te publica la caca excretada porque debe ser mu tolerante, o tal vez no tiene olfato... ¿Es que tan h… de p… eres que te duele el tiempo que llamas “libre” de los demás? ¿Tú qué c… sabes de mí, que co... sabes? NADA.
Te ruego que te dirijas a mí, con tus amiguitas, en privado, a solas y personalmente, y si estás tan interesada, pues te informo sobre mi tiempo libre, mi vida, mis enfermedades muy graves, mi salud, mi estilo, los acosos laborales de que fui objeto, el acoso social orquestado por tu pp$oe y otras cosillas de las que ni haces mención al hablar de mi persona... Y no es este lugar para eso, no lo es, y si estás en desacuerdo con lo que expongo ten la valentía, honestidad y decencia de contrarrestarlo con argumentos y criterio. Si mi estilo no te va, pues con una vez que lo digas vale... Te aseguro que representas la miseria y la mierda más original (esto es, desde los orígenes) de la extremeñía cañí y la ignorancia suprema de esta tierra, y desde luego tus amigas benditas.
El único premio que he admitido, en mi vida de escritor, ha sido uno dado por una asociación de escritores y de periodistas independientes (http://www.aipep.org/es/intro.php) y por toda mi labor de diez años en un medio; precisamente me lo dieron "por la excelencia de su lenguaje y el compromiso de sus crónicas con su tierra, Extremadura, y que han permitido a los lectores de El Pollo Urbano de todo el mundo conocer mejor la realidad de esa comunidad"..., etc,. etc... Y que compartí, ese premio, en otras facetas y valores, con gente como la cantante y compositora Carmen París, el escritor catalán Francisco Ferrer Lerín (http://ferrerlerin.blogspot.com/), y varia gente de altura a niveles nacionales... Y que me fue entregado en Zaragoza. Lamento que los medios extremeños no dieran la noticia en su día, como acostumbran con lo que es el redil juntapesoero y todo eso que bien sabemos...
Y desde luego muestras poca mollera al no saber ver la ironía que hay en “poco de jerez”, y siendo con todas tus amigas ( el inteligente escrito contra mi persona) uno va pensando si no sois tontas de baba o baba de tontas…
Y ahora, ¡¡vuelve por otra, nena!!
Sin nada contra quienes no conozco ni sé si dicen verdad de quienes son…
Errores que alimentan polémicas
JOSÉ MIGUEL LARRAYA. Defensor del lector.
EL PAÍS - Opinión - 21-09-2008
Francisco Espinosa Maestre, historiador y coordinador del proyecto Todos los nombres y autor del Informe sobre la represión franquista enviado al juez Baltasar Garzón -que le permitió a éste redactar la providencia en la que recaba información sobre muertes y enterramientos posteriores al 17 de julio de 1936 a distintos organismos públicos- está indignado con este diario. El episodio tiene que ver con la publicación de su artículo De fosas y desaparecidos, el pasado 10 de septiembre en La cuarta página de la sección de Opinión.
El artículo lo envió por iniciativa propia el pasado día 8 y se publicó el día 10. En el texto había una alteración. En uno de los párrafos finales el autor había escrito: "El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no son los responsables de los crímenes cometidos ni montar otra Causa General ahora de signo contrario". Pero apareció lo siguiente: "El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no es descubrir ni mucho menos castigar a los responsables de los crímenes cometidos, ni tampoco montar otra Causa General, ahora de signo contrario". La letra negrita marca la alteración entre las dos frases.
La idea de la frase alterada fue recogida en el subtítulo del artículo que decía así: El objetivo del movimiento por la memoria no es castigar a los responsables de la represión de la dictadura sino identificar a las víctimas, facilitar la información a sus familiares y permitir su digna sepultura. Este subtítulo era responsabilidad de la redacción, como es habitual.
Al día siguiente, 11 de septiembre, el diario publicó una carta de una lectora, María M. Lorenzo, que concluía así: "Que Francisco Espinosa Maestre tenga que salir, en la edición de EL PAÍS del día 10, a explicar que "no se trata de castigar a los culpables", sino de encontrar la verdad para los deudos, es una afirmación posiblemente necesaria, pero verdaderamente sorprendente proviniendo de un país que ha juzgado y condenado a nacionales de otros, sin que los delitos cometidos tuvieran ninguna relación material con España ni con españoles".
Francisco Espinosa envió ese mismo día una carta al diario en la que pedía una nota de rectificación en la que constase la frase modificada y la original.
El diario publicó el día 12 una fe de errores en la que, lacónicamente, recogía la frase alterada que se publicó y la que debía haberse publicado.
Ello generó una nueva carta del autor, que no fue publicada, y que decía así: "Veo la fe de errores que incluyen hoy en el periódico en referencia a mi artículo De fosas y desaparecidos. Se trata de una nueva vuelta de tuerca: no sólo alguien manipuló el artículo sino que ahora lo encubren presentándolo como un error. Y todo ello hecho sin que nadie asuma responsabilidad alguna y sin dirigirse en momento alguno al afectado. Le diré más. Frente a lo mantenido por su viejo Libro de Estilo en el sentido de que los artículos de opinión 'no serán retocados salvo por razones de ajuste o errores flagrantes' mi artículo fue retocado en numerosas ocasiones sin que se dieran esas circunstancias. Retocado y, lo que es mucho peor, falsificado con intención de perjudicar al autor. ¿Dice algo su Libro de estilo sobre esta posibilidad o es que acaso ni siquiera se contempla?".
El autor de la modificación, Javier Valenzuela, un responsable de la sección de Opinión, reconoce que cometió un error al retocar el artículo. "Creí de buena fe que esta ligera ampliación de la frase hacía más preciso el pensamiento del autor; deduje que el profesor Espinosa pensaba que el objetivo del movimiento por la memoria no es el castigo de los autores de los crímenes de la Guerra Civil. Me equivoqué. Me he puesto en contacto personalmente con el autor para darle las explicaciones oportunas y solicitarle disculpas". De haberlo hecho desde un primer momento, se habría ahorrado la correspondencia de protestas del autor y otros lectores recibidas por el Defensor y una polémica en Internet que el autor del artículo considera que le ha perjudicado.
El "viejo" Libro de Estilo, como lo califica el lector, sigue siendo una norma de obligado cumplimiento aunque se ignore demasiado a menudo. Sus escuetas recomendaciones no son caprichosas. Cualquier alteración de un texto, que no sean erratas o errores manifiestos, debe ser consultada con el autor. Hoy en día con correos electrónicos y teléfonos móviles la consulta es muy rápida. Si no se sigue el protocolo se producen casos como éste, donde el juicio de intenciones se impone sobre los hechos. Personalmente no creo que hubiera la más mínima intención de perjudicar al autor por parte del redactor de Opinión. Sin embargo, si no se atiende personalmente y de inmediato la queja de un autor y se le dan las explicaciones correspondientes es probable que el episodio adquiera una dimensión distinta. Otros lectores, en indudable sintonía con el profesor Espinosa, han creído ver en el episodio una oscura maniobra. Nada hay de ello. Sirva este episodio para deshacer los juicios de intenciones y conocer un poco más la tensión latente en la polémica de las fosas y los desaparecidos.
El artículo de Larraya es vergonzoso. ¿De qué nos protege este defensor? Debería presentar la dimisión. Justifica al Valenzuela, manipulador vergonzante, y acaba diciendo que no hay mal que por bien no venga: El País lo ha hecho mal, -solo un poco mal-, pero de ahí se extrae el bien de exponer el debate y la tensión que hay debajo de esto, y lo mal que se llevan los propios historiadores entre sí -que no son como los periodistas, vamos-. Quizás Espinosa pueda contar si Valenzuela le dió personalmente argumentos más sólidos.
De la explicación dada por el Defensor del lector de El País, que creo aclara la cuestión, puede deducirse que hay medios de comunicación y medios de comunicación. ¡Lástima de que optimista Presidente del Gobierno de España no quiera darse cuenta de ello!
Saludos. PeSaR.
El propio Espinosa sostuvo ya en 2003 que la verdad judicial va por detrás de la verdad histórica, es más, establecer la verdad histórica parece ser condición necesaria para, si es el caso, iniciar la búsqueda de la verdad judicial. En esta obra cada uno tiene su papel. Algunos historiadores, el más importante de los cuales es Espinosa sin duda, llevan muchos años buscando la verdad histórica. Lo han hecho pateándose todo el país, haciendo valer su independencia y en condiciones que no pocas veces pasaban de adversas a penosas. Lo han hecho sin buscar recompensa alguna y en continuo contacto con las víctimas del franquismo a través de sus asociaciones, por lo tanto ellos mejor que nadie conocen los anhelos y sentimientos mayoritarios de estas personas. El papel que ha pretendido desempeñar la corriente por la memoria, en boca de uno que los conoce bien y les viene proporcionado un apoyo incuestionable desde el principio, no es la búsqueda de venganza, ni tampoco establecer responsabilidades. Las prioridades son las que Espinosa dice en su artículo del País. Sabe de lo que habla. Nos guste o no.
Dice Espinosa que el inicio de las actuaciones del juez Garzón "cierra un ciclo iniciado en el 36". A mi entender ese es el ciclo del crimen y la impunidad y una primera fase de la investigación histórica. Entiendo que para el propio Espinosa la elaboración del informe para Garzón es un hito en su trayectoria profesional. Es importante recordar aquí que informar sobre crímenes a un juez de lo penal (que es justo lo que ha hecho Espinosa) puede tener unas consecuencias que Espinosa no ignora: la historia "cede el testigo" a la justicia. En este sentido Espinosa no sólo informa al juez, sino que le señala fuentes de información necesarias e interesantes que no han sido abordadas o suficientemente abordadas. El historiador no tiene porqué decirle al juez lo que tiene que hacer en el ámbito que le compete, y lo que el historiador “opine” (y la opinión de Espinosa en este tema es de sobra conocida por todos los que nos hemos tomado la molestia de seguirle) es secundario en este contexto.
Por tanto, las prioridades de las víctimas son conocer, encontrar y dignificar. Las del historiador investigar libremente para sacar a la luz toda la verdad acerca de lo que sucedió en el periodo investigado. Las prioridades judiciales deberán ser establecidas por el juez, a la luz de la información recibida y de la legislación aplicable.
Otro camino posible en este tema es romper la baraja. Negar la legitimidad de cualquiera que actúe desde el actual marco jurídico político (ya sea víctima, historiador o juez). Negar el pan y la sal a cualquiera que no haga lo que creemos que debe hacerse y al ritmo que nosotros creemos que debe hacerse . Pedir a los historiadores que sean jueces a los jueces que sean políticos y a los políticos que sean nosotros mismos. Eso sí, pontificando las más de las veces desde rincones oscuros y anónimos.
A mí hace tiempo que dejaron de sorprenderme las malas artes del entorno mediático del PSOE en este y en otros asuntos. No es la primera vez que Espinosa los sufre y lo denuncia.
Quiero mandarle por último, un afectuoso saludo a Espinosa junto con mi más alta consideración. Su autoridad profesional y moral en este tema es indiscutible. Tiene todo el derecho a manejar sus espacios y sus tiempos como le parezca oportuno, sé que siempre ha sido y será desde la honestidad intelectual.
Todos los que queremos justicia y verdad le agradecemos su trabajo y su esfuerzo.
Un saludo
Estas imágenes que he recibido hace dos días muestran dos hechos:
1. Lo que ocurre en un programa matinal de TV cuando una señora llama por teléfono para contar su historia.
2. Una entrevista en otro programa matinal a Paqui Maqueda, presidenta de la Asociación Memoria y Justicia de Andalucía. Obsérvese (minuto 6)lo que le dice el periodista Javier Valenzuela varios días antes del asunto que motivó esta entrada.
http://es.youtube.com/watch?v=gEw6gAF3jrc
En su día hice una crítica, po suerte impresa, del libro de Espinosa "La columna de la muerte", en la que decía que escribía algunas cosas de forma farragosa e imprecisa. Se me cabreó... A lo mejor llevaba razón... No obstante miren como lo enmiendan en el admirable y caótico El País. ¡¡Oh, prócer del GarZón, proveedor de su cosa para que se entretenga y afame en pro de la causa sociata, porque la causa de los asesinados por los fachas es otra, desde luego...
Francisco Espinosa Maestre, historiador y coordinador del proyecto Todos los nombres y autor del Informe sobre la represión franquista enviado al juez Baltasar Garzón -que le permitió a éste redactar la providencia en la que recaba información sobre muertes y enterramientos posteriores al 17 de julio de 1936 a distintos organismos públicos- está indignado con este diario. El episodio tiene que ver con la publicación de su artículo De fosas y desaparecidos, el pasado 10 de septiembre en La cuarta página de la sección de Opinión.
La noticia en otros webs
* webs en español
* en otros idiomas
El artículo lo envió por iniciativa propia el pasado día 8 y se publicó el día 10. En el texto había una alteración. En uno de los párrafos finales el autor había escrito: "El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no son los responsables de los crímenes cometidos ni montar otra Causa General ahora de signo contrario". Pero apareció lo siguiente: "El objetivo de este llamado movimiento por la memoria no es descubrir ni mucho menos castigar a los responsables de los crímenes cometidos, ni tampoco montar otra Causa General, ahora de signo contrario". La letra negrita marca la alteración entre las dos frases.
La idea de la frase alterada fue recogida en el subtítulo del artículo que decía así: El objetivo del movimiento por la memoria no es castigar a los responsables de la represión de la dictadura sino identificar a las víctimas, facilitar la información a sus familiares y permitir su digna sepultura. Este subtítulo era responsabilidad de la redacción, como es habitual.
Al día siguiente, 11 de septiembre, el diario publicó una carta de una lectora, María M. Lorenzo, que concluía así: "Que Francisco Espinosa Maestre tenga que salir, en la edición de EL PAÍS del día 10, a explicar que "no se trata de castigar a los culpables", sino de encontrar la verdad para los deudos, es una afirmación posiblemente necesaria, pero verdaderamente sorprendente proviniendo de un país que ha juzgado y condenado a nacionales de otros, sin que los delitos cometidos tuvieran ninguna relación material con España ni con españoles".
Francisco Espinosa envió ese mismo día una carta al diario en la que pedía una nota de rectificación en la que constase la frase modificada y la original.
El diario publicó el día 12 una fe de errores en la que, lacónicamente, recogía la frase alterada que se publicó y la que debía haberse publicado.
Ello generó una nueva carta del autor, que no fue publicada, y que decía así: "Veo la fe de errores que incluyen hoy en el periódico en referencia a mi artículo De fosas y desaparecidos. Se trata de una nueva vuelta de tuerca: no sólo alguien manipuló el artículo sino que ahora lo encubren presentándolo como un error. Y todo ello hecho sin que nadie asuma responsabilidad alguna y sin dirigirse en momento alguno al afectado. Le diré más. Frente a lo mantenido por su viejo Libro de Estilo en el sentido de que los artículos de opinión 'no serán retocados salvo por razones de ajuste o errores flagrantes' mi artículo fue retocado en numerosas ocasiones sin que se dieran esas circunstancias. Retocado y, lo que es mucho peor, falsificado con intención de perjudicar al autor. ¿Dice algo su Libro de estilo sobre esta posibilidad o es que acaso ni siquiera se contempla?".
El autor de la modificación, Javier Valenzuela, un responsable de la sección de Opinión, reconoce que cometió un error al retocar el artículo. "Creí de buena fe que esta ligera ampliación de la frase hacía más preciso el pensamiento del autor; deduje que el profesor Espinosa pensaba que el objetivo del movimiento por la memoria no es el castigo de los autores de los crímenes de la Guerra Civil. Me equivoqué. Me he puesto en contacto personalmente con el autor para darle las explicaciones oportunas y solicitarle disculpas". De haberlo hecho desde un primer momento, se habría ahorrado la correspondencia de protestas del autor y otros lectores recibidas por el Defensor y una polémica en Internet que el autor del artículo considera que le ha perjudicado.
El "viejo" Libro de Estilo, como lo califica el lector, sigue siendo una norma de obligado cumplimiento aunque se ignore demasiado a menudo. Sus escuetas recomendaciones no son caprichosas. Cualquier alteración de un texto, que no sean erratas o errores manifiestos, debe ser consultada con el autor. Hoy en día con correos electrónicos y teléfonos móviles la consulta es muy rápida. Si no se sigue el protocolo se producen casos como éste, donde el juicio de intenciones se impone sobre los hechos. Personalmente no creo que hubiera la más mínima intención de perjudicar al autor por parte del redactor de Opinión. Sin embargo, si no se atiende personalmente y de inmediato la queja de un autor y se le dan las explicaciones correspondientes es probable que el episodio adquiera una dimensión distinta. Otros lectores, en indudable sintonía con el profesor Espinosa, han creído ver en el episodio una oscura maniobra. Nada hay de ello. Sirva este episodio para deshacer los juicios de intenciones y conocer un poco más la tensión latente en la polémica de las fosas y los desaparecidos.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electrónico (defensor@elpais.es), o telefonear al número 91 337 78 36.
Ahí lleváis un buen retrato del Papa Florencio, el de la espada flamígera, realizado por alguien que lo conoce bien en respuesta a este breve texto papal:
"Date: Tue, 30 Sep 2008 09:56 Subject: [listaGCE]. Estimada Maribel, no es autocrítica, si no autoestima, una virtud que bien conoces, que te adorna y rezuma a borbotones y que es en la Lista como la flor de canela. Sigue así, no cambies, porfa. Eres el faro de Alejandría, norte y luz de descarriados, asomada allá en alto, en tu torre de marfil, bien lejos del polvo por donde discurren, discurrimos, los demás mortales. ¡Qué bonito se ve todo desde la altura! Floren Dimas
Respuesta de Maribel:
"Admirado Florencio, dejando aparte que el faro de Alejandría desapareció hace varios siglos y que seguramente no era de marfil, soy yo quien te ve más a ti en el papel de centinela de occidente vigilando incansablemente la ortodoxia de nuestra adherencia a tu sublime manera de pensar, ya que son diarios tus inquisitoriales exortos sobre tan procelosa y variada audiencia como la de esta lista. Cierto es que tu elocuencia, más que a Cicerón (“quo usque tandem abutere Catilina patientia nostra?”) me recuerda más a la de Millán Astray (“mueran los intelectuales, viva la muerte!”), y precisamente por eso, porque no lo he comprendido bien del todo, agradecería que me explicases con que clase de polvo del que hablas, y que parece que conoces tan bien, debería tener que mancharme para no ser objeto de tu sarcástica censura. Yo, en lo referente al polvo siempre he sido una mujer razonablemente prudente y me he guiado por aquello que ya en su día escribió Paul Eluard "l'espoir ne fait pas de poussière". En todo caso, no sé si hablas del polvo de la ignorancia suprema, o del polvo de la histeria desmesurada, o del polvo de la descalificació n sistemática del discrepante, o del polvo de la permanente ausencia de argumentos, o del polvo del exhibicionismo más vergonzante, o del polvo del ridículo desafío frente al oponente, o del polvo del falso orgullo por no entender nada, o del polvo de la paranoia ante cualquier contraste, o del polvo de auntoimponerse medallas ficticias e inexistentes, o del polvo de la inadaptación personal a la complejidad social, o del polvo del sacrificado y maldito autorretrato victimal, o del polvo del matonismo agresor de los peores ciber-trolles, o del polvo intoxicador de las temáticas impuestas, sesgadas y monopolizadas, o del polvo de la necedad y de la cobardía de quien tira la piedra y esconde la mano, o del polvo de la fanfarronería ostentosa de la representatividad cuando no se tiene a nadie detrás de si, o del polvo de aducir estúpidamente como mérito propio el haber llegado antes cuando muchos más ya estaban allí, o del polvo de la defensa de una cruzada particular mediante el fascio-talibanismo más repugnante y reaccionario, o del polvo de convertirse en el pontifical mamarracho hazmerreir de los propios correligionarios".
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