Mujeres en el arte
Ideado por EggMan Films
La música es la Sarabande de la suite nº 1 en sol mayor para violoncello de Bach, interpretada por el violonchelista norteamericano de origen chino Yo-Yo Ma
Cuaderno de bitácora de josemarialama
Ideado por EggMan Films
La música es la Sarabande de la suite nº 1 en sol mayor para violoncello de Bach, interpretada por el violonchelista norteamericano de origen chino Yo-Yo Ma
Escrito por josemarialama a las 22:34 2 comentarios
Asunto: Artes
Escrito por josemarialama a las 19:32 0 comentarios
Asunto: Historia
Escrito por josemarialama a las 23:17 6 comentarios
Asunto: Política
Escrito por josemarialama a las 13:17 16 comentarios
Asunto: Política
Escrito por josemarialama a las 19:42 2 comentarios
Asunto: Literatura
La ilustración es de Vireta
Escrito por josemarialama a las 12:42 5 comentarios
Asunto: Literatura
A Luciano Feria
De toros sé poco, y mi afición no va más allá de asistir ocasionalmente a algún espectáculo, ver un programa televisivo especializado o leer con placer las buenas muestras de ese peculiar subgénero literario que es la crónica taurina. Sólo soy un aficionado de tres al cuarto. Pero, como ocurre con buena parte de los nacidos por estas tierras, siento una notable atracción por el mundo de los toros. Y esa atracción se ancla en mis vivencias de infancia y familiares. Soy nieto de Luis Hernández, y eso, además de otras consideraciones sobre la bondad de mi ascendencia que no vienen al caso, le sitúa a uno en un lugar muy concreto del plano de Zafra. Mi abuelo —por cierto, familia de Ángel Navas, Gallito de Zafra— regentó —y después mi tío Enrique— esa esquina de la antigua Glorieta que se ofrece al coso taurino. En el Bar Hernández paraban, y lo siguen haciendo, quienes tomaban un café o una copa antes de entrar en la plaza. Ese bar bulle antes de que bulla la plaza y sólo cuando se desinfla de humo y gente puede decirse que en el albero ha empezado la corrida.
Ese fue también el barrio donde nací. Mi infancia discurrió por los alrededores del piricuto y de la plaza de toros. A más de un maletilla he atendido con pan o unas viandas descuidadas de casa, cuando, cercana la feria, comenzaban a deambular a la espera del día en que habrían de saltar al ruedo. Las pintas desastradas de esos jovenzuelos con gorra sobre los ojos y hatillo en los hombros, y su indomable deseo de triunfo frente a las astas, me asombraron desde chiquinino. No comprendía la desproporción entre su esfuerzo y la escasa recompensa de unos pocos segundos muleteando en la cara del toro, perseguido por los subalternos. Cuando salían camino del calabozo, entre tricornios, nos miraban con una extraña expresión de alegría en el rostro. Sabían que su triunfo nunca podía ir más allá. Cifraban su suerte en dos muletazos y en que alguno de ellos hubiera logrado atinar en el centro del ánimo de los apoderados o entendidos que fumaban habanos tras los burladeros.
Mi infancia la hice, pues, en la plaza de toros de Zafra. Asistir desde los balcones de mi abuela a la llegada de la banda de música, a la bajada de los toreros de esos coches inmensos o a la “salida de la plaza” al final del festejo son mis primeros recuerdos relacionados con los toros. Pero en la familia siempre hubo también otra referencia netamente taurina. Más allá de estos condicionantes espaciales, de esos maletillas o de la afición de algunos de mis allegados, desde chico supe de la fiesta por su cara más trágica. Un tío de mi madre había sido novillero con el nombre de Juanito Jiménez y en casa estaba presente la historia de su jovencísima muerte en la plaza de toros de Valencia, el 3 de agosto de 1934, a cuernos de Hormigón, un toro de Concha y Sierra. En mi imaginación de crío me figuraba a ese Juanito Jiménez como un héroe trágico. Mi hermano Miguel Ángel y yo guardábamos sus estampas como si de un santo mártir se tratara, alguien que había alcanzado la notoriedad en el mismo momento de la muerte. Y de nuevo, con su recuerdo, me poseía una de las muchas sensaciones paradójicas que aún sigue generando en mí todo lo relacionado con los toros: la tragedia del toro y del torero, ese extraño ejercicio de triunfo de la vida en plena muerte o a riesgo de ella.
Pero mi interés por el mundo de los toros no obedece a una atracción meramente irracional o instintiva. Ha habido también un acercamiento intelectual y que atañe a mi oficio de historiador y de escritor. En 1988 escribí un breve Prólogo al libro de Manolo Lucia Historia de un coso taurino, obra en la que se relataba la historia de la Plaza de Toros de Zafra. Y en 1999 publiqué en la revista Tercio de Quites, de la peña de este nombre, un artículo titulado "El enigma del cartel" con el que pretendía corregir un error sobre el pasado de la plaza.
Toda plaza de toros es un espacio simbólico en el que se reproduce un enfrentamiento antiguo entre lo animal y lo humano, que ha generado un complejísimo ritual de ejercicios donde intervienen objetos, personajes y normas. De todo ese cosmos hay un aspecto que me interesa poderosamente: el léxico. Algunos vocablos taurinos son casi figuras literarias: lunanco, mohíno, castoreño, badeanudo, arenero, astisucio, volapié, rabicano, monosabio, chicuelina... Sólo las artes antiguas atesoran esa riqueza léxica.
Ahí, en la palabra se cierra mi tríada de afectos hacia la tauromaquia que completan los recuerdos de mi propia infancia y la historia.
Sé poco de toros, pero hay bellezas y placeres vinculados a esta fiesta que yo también comparto y que —más allá de poesía o de historia— sólo se pueden apreciar asistiendo a una faena. El poeta Carlos Marzal prefiere entre todas ellas una: la quietud de un torero frente a las astas, la belleza del sosiego de quien se juega la vida frente al torbellino de músculos de un toro. Sea.
(Este texto corresponde, en parte, al pregón que leí en la peña taurina "Tercio de Quites" de Zafra, en septiembre de 2005. La magnífica pieza de piano que suena en el video es Orobroy, de David Dorentes, que sirve de homenaje a uno de los mejores programas de televisión sobre los toros, "Toros para todos", de Canal Sur Televisión ―los domingos, a la 13.30 horas; dentro de un momento)
Escrito por josemarialama a las 12:29 6 comentarios
Asunto: Memoria
Escrito por josemarialama a las 20:54 6 comentarios
Asunto: Artes
¡Ah, por cierto! Ni sumando a los votos del Partido Popular los de Zafra Independiente (candidatura que no obtuvo concejalía pero sí 379 sufragios) más los votos en blanco (177) y los nulos (108) se supera esa mayoría absoluta de PSOE-Colectivo e IU-SIEX: 4.709 frente a 4.721. Esa es la mayoría.
Escrito por josemarialama a las 21:03 8 comentarios
Asunto: Política
Escrito por josemarialama a las 23:45 1 comentarios
Asunto: Historia
Escrito por josemarialama a las 20:24 0 comentarios
Asunto: Historia
Escrito por josemarialama a las 13:17 8 comentarios
Asunto: Gente
Escrito por josemarialama a las 12:58 2 comentarios
Asunto: Literatura