Casualidades
El historiador está tan atento a descubrir causalidades que a veces no repara en las casualidades. Tampoco está bien visto. El estatuto científico, poco a poco conseguido tras tanto positivista, parece que se resiente si hacemos caso de coincidencias. Pero a mí me divierte encontrarlas. Ahí va una de las más sorprendentes y estremecedoras:
Hay los mismos días desde el 20 de noviembre de 1975 al 23 de febrero de 1981 que desde el 14 de abril de 1931 al 17 de julio de 1936. El día del golpe de Estado de Tejero había transcurrido, desde la muerte de Franco, el mismo período de tiempo que duró la II República sin guerra. Cuesta trabajo pensar que quienes planean el secuestro del gobierno y de los diputados en el palacio de la Carrera de San Jerónimo fueran conscientes que ese día se batía el record de democracia (o de ausencia de dictadura) en paz, pero hay que reconocer que la coincidencia se las trae.
El asunto pasa a ser más propio de la Cábala si reparamos en que el anterior período de democracia y libertades plenas, inaugurado el 30 de septiembre de 1868 con el destronamiento de Isabel II, acaba 5 años, 3 meses y ¡4 días! después, en la madrugada del 3 de enero de 1874 con la expulsión de los diputados del Palacio de Congresos por orden de Manuel Pavía.
Alguno ha aventurado que —más que una casualidad— esos 5 años, 3 meses y 3-4 días de cadencia en esos tres períodos históricos, tienen un sentido y marcan el tiempo de aguante de nuestros espadones antes de cargarse las libertades. Quizá en la elección de la fecha del 17 de julio de 1936 pesara el precedente de Pavía y quizá también Tejero y los suyos pensaran que si Franco había saltado a los 5 años, 3 meses y 3 días, ellos no podían permitirse aguantar más tiempo.
Puede ser una casualidad, pero tal y como está la peña (la de antes, la de ahora y la de siempre) no me extrañaría ni mijita que la elección de las fechas de los golpes tuviera esa oculta razón.
3 comentarios:
Aprovecho para hacer mi primer comentario en plan de detector de gazapos: es evidente que has querido decir que lo de Pavía sucedió en 1874, no un siglo después.
Por lo demás, las coincidencias son, en verdad, fascinantes. Menos mal que de lo puramente aleatorio de tales coincidencias no podemos extraer una ley de recurrencia regular del golpismo. Aunque, si se pudiera, tal vez sería lo mejor: se podrían prevenir los golpes. (Iacula praevisa minus laedunt = los golpes previstos dañan menos) ¿Se me ha visto el plumero de latinista? Vaya...lo siento.
Gracias, amigo. Ya está corregido
ola!yo no acostumbro a meterme en estas paginas pero queria saber la comparacion entre el 23 F de 1981 y el 17 julio de 1936...m lo han mandado en el colegio...a poder serresponder antes de el miercoles...por favorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
Publicar un comentario