A comienzos del mes pasado hice referencia aquí a la infame carta de Manuel Luna a Melchor Fernández Almagro dando cuenta del asesinato de Lorca. Mi artículo, titulado "Carta sobre el asesinato de Lorca", seguido unos días después de otro en el que transcribía el de Fernandez Almagro, "Genealogía de los rojos", generó algunos comentarios que dudaban de la autenticidad de la carta. Me escribe ahora Víctor Fernández, investigador que la sacó a la luz y me cuenta lo siguiente, que publico con su permiso:
Soy Víctor Fernández, el autor del artículo en el diario "La Razón" donde se daba a conocer la carta del asesino de Lorca por primera vez. He encontrado navegando por la red su blog en el que reproduce la misiva y he visto algunos de los comentarios que ésta ha generado, especialmente el del profesor Francisco Espinosa. Permítame un par de apuntes puesto que he visto que se pone en duda la autenticidad del documento.
Ante todo, la carta es real. Tengo una fotocopia de la misma y un fragmento de ella se expuso por primera vez en 1998, en la exposición que se dedicó en Granada a Lorca con motivo de su centenario. Creo que los datos del enfermo Manuel Luna son reales. Existe el artículo de "Genealogía de los rojos", existió un Manuel Luna en Granada y existieron los nombres que da de asesinados. La carta sí está fechada, concretamente el 9 de mayo de 1939, detalle que reproduzco en mi texto. Por eso me sorprenden las dudas del profesor Espinosa, al que por cierto admiro por sus trabajos sobre la represión de Queipo.
Cuando uno encuentra un material de estas características, piensa que lo mejor es difundirlo, que todos sepan de su existencia. Por eso en su momento entregué fotocopias del manuscrito a la Fundación García Lorca, en Madrid, y a Ian Gibson, gran historiador y buen amigo, que la incluye en su nuevo libro sobre la muerte del poeta.
Mis dudas están en saber más de ese episodio. ¿Llegaron a verse Luna y Fernández Almagro? ¿Qué amistad tenía Luna con Ramón Ruiz Alonso? ¿Qué sabía Marañón del asesinato de Lorca? Demasiadas preguntas por responder aún.
Soy Víctor Fernández, el autor del artículo en el diario "La Razón" donde se daba a conocer la carta del asesino de Lorca por primera vez. He encontrado navegando por la red su blog en el que reproduce la misiva y he visto algunos de los comentarios que ésta ha generado, especialmente el del profesor Francisco Espinosa. Permítame un par de apuntes puesto que he visto que se pone en duda la autenticidad del documento.
Ante todo, la carta es real. Tengo una fotocopia de la misma y un fragmento de ella se expuso por primera vez en 1998, en la exposición que se dedicó en Granada a Lorca con motivo de su centenario. Creo que los datos del enfermo Manuel Luna son reales. Existe el artículo de "Genealogía de los rojos", existió un Manuel Luna en Granada y existieron los nombres que da de asesinados. La carta sí está fechada, concretamente el 9 de mayo de 1939, detalle que reproduzco en mi texto. Por eso me sorprenden las dudas del profesor Espinosa, al que por cierto admiro por sus trabajos sobre la represión de Queipo.
Cuando uno encuentra un material de estas características, piensa que lo mejor es difundirlo, que todos sepan de su existencia. Por eso en su momento entregué fotocopias del manuscrito a la Fundación García Lorca, en Madrid, y a Ian Gibson, gran historiador y buen amigo, que la incluye en su nuevo libro sobre la muerte del poeta.
Mis dudas están en saber más de ese episodio. ¿Llegaron a verse Luna y Fernández Almagro? ¿Qué amistad tenía Luna con Ramón Ruiz Alonso? ¿Qué sabía Marañón del asesinato de Lorca? Demasiadas preguntas por responder aún.
Creo que la carta de Víctor Fernández merece algún comentario.Y aunque el autor directamente aludido, Francisco Espinosa,parece no tener que añadir más a lo que ya dijo en su comentario correspondiente al 12-9-07, en el que reconocía la existencia del artículo de Fdez. Almagro (probablemente manteniendo su reticencia con respecto a la carta)servidor (yo) se inclina a pensar que la carta fue escrita. La proximidad de la fecha de la misma (9 de mayo) a la publicación del artículo de Almagro (6 de mayo) añade verosimilitud al hecho de que Marañón llevara en el bolsillo un ejemplar del número de La Vanguardia,recibido por él en París sólo tres fechas después. Por lo demás,todo resulta creíble, a partir de ahí: la brutalidad del tal Luna, la aprobación por parte de Marañón del artículo de Almagro, a pesar de su sectarismo y su maniqueísmo evidentes,el odio a ultranza, sin miramientos, del adversario político al que se demoniza. Y lo que dice sobre el terror del poeta ante la muerte y la falta de piedad de los matones, que nos crispa y nos rebela.
ResponderEliminarUno no quisiera creer que la maldad humana puede llegar a tales extremos. Pero, a veces, y este parece ser el caso, hay que rendirse ante la evidencia.
Estoy de acuerdo con Juan García Gutiérrez. Creo que la carta y el tal Luna existieron. Y que Víctor Fernández hizo lo propio al públicar el texto.
ResponderEliminarOtra cosa es que Luna fantaseara sobre su participación en los hechos que relata. Desde luego, colocar en la misma tanda de fusilados a quienes lo fueron en momentos y lugares distintos (como señala Espinosa) no ayuda a creer su participación directa en el asesinato de Lorca.
josemarialama
josemarialama
En fin, para que el silencio no pueda ser interpretado como desaire, diré que en mi comentario inicial planteé una serie de dudas razonables sobre el contenido de la carta. Era tan rematadamente "malo" el tal Luna y tan exagerado y confuso lo que contaba que, incluso sabiendo que la carta era real, movía a la duda. No obstante, me reafirmo en que cualquier documento, y más los de contenido "espectacular" como éste, deben ser objeto de análisis crítico, y no sólo desde la historia sino también desde el periodismo. Por lo demás sólo resta animar a Víctor Fernández a que siga la pista de Luna y nos pueda alguna vez responder a esas dudas que plantea. Saludos.
ResponderEliminarEstimado José María:
ResponderEliminarNo tengo demasiado tiempo para leer los blogs de los amigos, pero hoy me he detenido y me parece muy interesante tu labor de difusión, y sobre todo me resulta gratamente sorprendente la magia y las vías de comunicación que los blogs están generando y la alianza que establecen entre las personas.
Este fin de semana estaremos por Cáceres y es posible que podamos vernos.
Un abrazo
Todos estos pormenores son muy interesantes, y la posición de Espinosa la de un caballero de la verdad científica en historia que lo aquilata. Me alegro como seguidor del asunto.
ResponderEliminarCuando era profe de literatura, allá por 1991, en un COU sugerí que al tal Lorca lo mismo no lo fusilaron, o le dieron un tiro tonto y se salvó quedando "perdido" en aquel confuso tiempo entre la confusión, como mendigo sin nombre por la Granada de posguerra... Eso lo dije en Sevilla... 1991... Repitiéndolo hasta la saciedad aquel año. Bueno, andando el tiempo uno de esos cazapremios se destapó con una novela ficticia sobre Lorca que era tal y como yo lo suponía y explicaba, imaginariamente. Y fue en 1998, y le dieron el premio Nadal. Y es que con intención lo hice para que los escribanos al día tomaran nota del argumento para novela, y como en el instituto sevillano en que trabajaba había pillabichos pal creador de turno, pues eso, que toma carnaza imaginativa y creativa, y como lo lorquiano se vende, pos más mercado... Lo cual no quita ni pone a la verídica historia del asesinato del poeta.
Incluso, me informa una de mis alumnas de entoncesm que la Junta de Andalucía subvancionó una peli sobre ese Lorca mendigo, sobreviviente al fusilamiento, que anda por la novela de la que "casualmente" yo había expuesto el argumento, con pormenores inquietantes, y en 1991, de la novela del autor pertinente ganador del Nadal en 1998... Vi la película y da que pensar...
Y esto se me ocurre al hilo de a carta leída, y de los comentarios.Que el asunto da mucho juego literario también, como por ejemplo que comenzaran a aparecer cartas de múltiples personajes, inéditas, sobre Lorca, su fusilamiento..., tanto de gente desconocida como de personajes del momento, conocidos...
¿Y no sería usted también el que le dio la idea para una novela de caballerías un poco rara a alguien apellidado Cervantes?
ResponderEliminarPos mire usted, yo entré en el túnel del tiempo un día como hoy, y realmente me enviaron a la batalla de Lepanto, conocida entre nos como Lespanto, pero cai en Sevilla, y con errores de tiempo. Así que me encontré al que luego resultó el tal Cervantes por un callejón, en donde se me cayó un libro que llevo siempe que viajo, y ese libro era/es El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, que el tipo aquel rapiñó, saliendo a todo correr por a calleja que sin duda conocía mejor que yo... Luego me volvieron a la actualidad... Y ya ve como fue lo del tal Cervantes y su novela que veo que no conoce más que por oírla nombrar en el cole, o sucedáneos, pues ni es de caballerías ni novela, auqnue pata entenderme con usted así la moteje...
ResponderEliminarGracias por los comentarios a mis palabras, especialmente las de ánimo del profesor Espinosa. Quisiera aportar algo más a este enriquecedor debate, aunque poco puedo decir.
ResponderEliminarParece que la carta se encontraba hasta fecha reciente entre los documentos de Melchor Fernández Almagro en la Casa de los Tiros de Granada, donde se guarda la casi totalidad de los papeles del que fuera historiador y amigo del poeta. Al menos de allí salió el extracto que se expuso en 1998 en la exposición "Federico García Lorca y Granada", como me confirmaron los comisarios de esa muestra. Lo curioso del caso es que el director de la Casa de los Tiros ahora niega que esas hojas alguna vez pasaran por su archivo. De todas formas, por lo que sé el original está en manos de un profesor granadino e hijo de uno de los amigos de Lorca que decidió apoyar a los sublevados.Está claro que, como aquel cuadro de Dalí de ecos lorquianos, esto sigue siendo el enigma sin fin.
Saludos