martes, 11 de septiembre de 2007

Pregones



Aunque alguien lo emparente con la homilía, la arenga o el mitin, el pregón es un subgénero literario ingrato. Incomoda tanto al que lo lee como al que lo oye. El que lo lee lo escribe por encargo, para satisfacer un deseo ajeno, aunque agradezca la distinción. El que lo oye ―porque casi nadie lo escucha― lo hace por obligación, porque ―la verdad―él estaba allí por la reina y las damas o por la orquesta que actúa después. Y es que la fiesta sólo empieza tras el pregón y con ese condicionante se hace difícil avalorar esta piecita de literatura social. Además las condiciones acústicas del local donde se pregona no suelen ser las idóneas: casetas de feria o espacios al aire libre donde el ruido de los cacharritos se mezcla con el de los niños jugando en primera fila o el de los vasos que se sirven en la barra cercana.

El primer pregón que di en mi vida fue en los Carnavales de Los Santos de Maimona de 1990. En la plaza principal del pueblo, disfrazado de algo que no recuerdo y a grito pelao desde un balcón. El segundo fue en 2005, en la Peña Taurina “Tercio de Quites” de Zafra, rodeado de aficionados y de cabezas de toro disecadas. Y el tercero lo di el viernes pasado, día 7, en Monesterio, con ocasión de sus fiestas. Monasterio es mi otro pueblo. Allí trabajé durante diez años. Por eso y por las circunstancias en que hace tres años dejé de hacerlo agradecí mucho el ofrecimiento del actual alcalde, Antonio Garrote. Me sentí muy a gusto hablando del Monesterio del camino y de la frontera, del Monesterio de la dehesa y del jamón ibérico, del Monesterio de la diversidad y de la tolerancia.

No será el último pregón del mes. El domingo 23 de septiembre pregono la Feria de Zafra. Estoy pensando dedicarme a esto profesionalmente, je, je.

7 comentarios:

  1. Querido Jose María, para los que no podimos oir el pregón de Monesterio, ¿puedes colgar el texto? Un abrazo, Paco

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  2. Josemaría:
    En el pueblo de mi abuelo, Villarrubia de los ojos, allá donde nace el Guadiana, había un pregonero famoso, llamado "el bicicleta", porque era el guarda de una presa cercana e iba todas las mañanas a trabajar en bici. Este bicicleta ejercía también de pregonero en la comarca y sus pregones eran famosos por lo cortos y contundentes. Decían algo semejante: "Vecinos: que empiecen las fiestas. ¡Viva San Torbio, el vino y los toros! ¡Amén!. Todos repetian amén y se acababa el pregón y comenzaban las fiestas. Un saludo y buen pregón.

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  3. Está bien esa propuesta del cuelgue del pregón en Monesterio. Que sea verdad. ¡Quiero leerlo!
    Por lo demás es curioso género literario de ánimo a algo, a la acción, especie de arenga para la jarana.
    Que sea para lo mejor.

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  4. Gracias por vuestro interés, pero me parece que es un poco largo para meterlo en el blog. Quien quiera leerlo que me escriba un correo y se lo mando.

    josemarialama

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  5. Hola paisano,
    yo no tengo tanta experiencia en pregones pero el año pasado di el del pueblo de una amiga Aldea de Retamar, es una pedanía de Solana, se acordaron de mi porque siempre voy a las fiestas, este año he fallado, espero poder seguir asistiendo, fue emocionante aunque al no estar acostumbrada a hablar en público me puse un poco nerviosa.

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  6. El prgó de Josemaria en la apertura de las fiestas de Monesterio, fué, con mucho, el mejor que he oido y disfrutado desde que tengo uso de razón; y esto es fuerte decirlo considerando que la razón, mi razón, ya casi toca a su fin. jejejje.
    un abrazo Josemaria.

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  7. Gracias Antonio y un abrazo


    josemarialama

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