Compro todos los domingos la colección de libros sobre la Guerra Civil que publica desde hace meses El Mundo. Lo hago más por afán coleccionista de lo que se edita sobre la contienda que por interés específico en la obra. Aunque tiene un diseño atractivo y buena parte de las fotografías son inéditas, su valor no excede lo divulgativo, la mayoría de los textos están escritos por periodistas —no por historiadores— y la orientación general no me parece acertada. Entre otras cosas, me repele que a estas alturas se siga utilizando el término “nacionales” para referirse a los sublevados.
En uno de los últimos volúmenes se incluía una breve biografía de Manuel Machado y se aludía a sus avatares en Burgos en julio de 1936, cuando le sorprendió el golpe de Estado durante una visita que hacía a una cuñada monja. La periodista que firma el texto señala la reconversión ideológica —quizá forzada— del poeta a partir de entonces, pero comete varios deslices: duda de su encarcelamiento —desvelado ya hace tiempo por Miguel D´Ors y confirmado desde que, en 2001, Isaac Rilova Pérez publicara su Guerra Civil y violencia política en Burgos (1936-1943)—; sostiene que “su adhesión al bando rebelde tras el 18 de julio condenó a Manuel Machado al olvido de la historia de la literatura”, lo que es una notoria falsedad, y omite su trascendental viaje a Colliure al enterarse de la muerte de su hermano Antonio.
En cualquier caso, el artículo me ha recordado la hipótesis de Andrés Trapiello, que dudaba de la sinceridad de los cambios ideológicos de Manuel Machado y aventuraba que el extraño poema “Voyou” (granuja, en francés), publicado en 1943, tras el famoso soneto dedicado a Franco (“la sonrisa de Franco resplandece”), era una invectiva en clave contra el dictador:
En uno de los últimos volúmenes se incluía una breve biografía de Manuel Machado y se aludía a sus avatares en Burgos en julio de 1936, cuando le sorprendió el golpe de Estado durante una visita que hacía a una cuñada monja. La periodista que firma el texto señala la reconversión ideológica —quizá forzada— del poeta a partir de entonces, pero comete varios deslices: duda de su encarcelamiento —desvelado ya hace tiempo por Miguel D´Ors y confirmado desde que, en 2001, Isaac Rilova Pérez publicara su Guerra Civil y violencia política en Burgos (1936-1943)—; sostiene que “su adhesión al bando rebelde tras el 18 de julio condenó a Manuel Machado al olvido de la historia de la literatura”, lo que es una notoria falsedad, y omite su trascendental viaje a Colliure al enterarse de la muerte de su hermano Antonio.
En cualquier caso, el artículo me ha recordado la hipótesis de Andrés Trapiello, que dudaba de la sinceridad de los cambios ideológicos de Manuel Machado y aventuraba que el extraño poema “Voyou” (granuja, en francés), publicado en 1943, tras el famoso soneto dedicado a Franco (“la sonrisa de Franco resplandece”), era una invectiva en clave contra el dictador:
Ahí está...
su mirada
no es una espada, pues
se oculta y, empalmada,
la ves y no la ves; pero
de acero
es. Brilla dura y cobarde,
despiadada.... No arde.
ahí está...
Blanco... No
lo vio apenas el día
Su mano (garra) es fría.
Lo peor de todo es que sonría...
Donde lo encuentres, átalo.
No habiendo tiempo, mátalo.
Trapiello planteó la hipótesis en su antología del poeta (1993), en la primera edición de Las armas y las letras (1994) y en un artículo en El Pais del 19 de enero de 1997, pero fue parado en seco por Rafael Alarcón Sierra en el mismo periódico el 2 de marzo de ese año, al informarle éste que “Voyou” se había publicado por vez primera en 1929 y, por tanto, nada tenía que ver con el general. Trapiello reconoció su error y agradeció el dato, pero en la nueva edición de Las armas y las letras (2002) siguió insistiendo en su idea.
Una polémica más al hilo de la controvertida ideología de Manuel Machado, superficialmente abordada en la colección sobre la guerra civil de El Mundo.
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