Hacen muy de los hacendados los que menos tienen para qué. Todo lo hacen misterio, con mayor frialdad: camaleones del aplauso, dando a todos hartazgos de risa. Siempre fue enfadosa la vanidad, aquí reída: andan mendigando hazañas las hormiguillas del honor. Afecte menos sus mayores eminencias. Conténtese con hacer, y deje para otros el decir. Dé las hazañas, no las venda; ni se han de alquilar plumas de oro para que escriban lodo, con asco de la cordura. Aspire antes a ser heroico que a sólo parecerlo.
Oráculo manual y arte de prudencia, Baltasar Gracián
Cita disuasoria, sin duda, tal vez en excexo ya que todos nos sabemos (creo) vanidosos (jesuítica cita, al fin). Me quedo con la entrada (que copié y tomo nota) en la que el bloguero dice aprender de sus críticos a relativizarlo todo, empezando por su propio blog.
ResponderEliminarNo te fíes; también puedo ser yo el destinatario de la puya... aunque en este caso iba por otro. Aunque, no sé, habría que preguntar a Gracián.
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