domingo, 23 de octubre de 2011

Acto cívico de MEMORIA y HOMENAJE a las víctimas de la represión franquista en Villanueva de la Serena


(...) Me gustaría finalizar estas palabras sobre la guerra y la represión en Extremadura hablando de las víctimas. Porque hablar de represión y de guerra obliga a hablar de víctimas. Hoy ―22 de octubre de 2011― se habla mucho de víctimas en España. Y con razón. La satisfacción ante la noticia del abandono de la violencia por parte de ETA debe ir acompañada en nuestro ánimo de un reconocimiento a las víctimas provocadas por el terrorismo. Más allá de cuál sea nuestra opinión política, el color de nuestras adscripciones, ninguna persona de buena voluntad duda en reconocer el papel de las víctimas, su inocencia, su sufrimiento. Y nadie se cuestiona cuál fue su ideología. Son víctimas. Y con eso basta. Dentro de 75 años los historiadores que analicen lo que ocurrió durante estas décadas de terrorismo en España, en el País Vasco, no podrá olvidar a las víctimas, no deberán hacerlo.

Pues bien. 75 años después del golpe militar de 1936 me gustaría que lográramos que también se reconociera por todos la verdad de las víctimas de la violencia represiva del franquismo. Más allá de cuál sea nuestra opinión política o el color de nuestras adscripciones, ninguna persona de buena voluntad debería dudar en reconocer el papel de las víctimas del franquismo, su inocencia, su sufrimiento. Nadie debería cuestionarse su ideología. Son víctimas. Y con eso debería bastar. Además, así se hizo ya durante años con las víctimas de la violencia izquierdista.

Y ese reconocimiento no es ideológico, sino moral, ético. Ese, el de las víctimas, es el único compromiso del historiador. Ése, el de las víctimas, debe ser nuestro único compromiso como personas.

(Final de mi intervención ayer en el acto cívico de MEMORIA y HOMENAJE a las 753 víctimas de la represión franquista en Villanueva de la Serena organizado por la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura).

5 comentarios:

  1. Con su permiso voy a copiar su entrada para exponerla en mi blog.

    Me hubiese gustado asistir, pero el trabajo que tengo me impide asistir los fines de semana a cualquier acto. La hostelería es así de ingrata.

    Gracias a todos los que lucháis por la dignificación y el reconocimiento de los represaliados por el fascismo.

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  2. Por supuesto, Juan Antonio. Y gracias por tus palabras.

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  3. Si los sucesivos gobiernos del PP hubieran tenido voluntad de reconciliación, tras los 40 años de dictadura y los 30 de transición, ya se habrían organizado, hace tiempo, en cada municipio de Extremadura y de otras regiones de España, actos similares como el organizado re-cientemente en Villanueva de la Serena. Creo que ya te envié in-formación del que tuvo lugar en un pueblo malagueño de nombre Mollina. En algunos municipios parece que los ayuntamientos del
    pp se han dado por satisfechos con haber sustituido la vieja inscripción de "A los Caídos por Dios y por España" por otra inscripción que diluye el genocidio del 36-39 en un genérico "A todos los caídos en las guerras de España" (figúrense si son generosos: desde Viriato, las Navas de Tolosa, la invasión francesa...) ahí caben todos. Hasta los asesinados en la retaguardia de la Guerra Civil del 36. Nuestra presunta democracia ha pasado por alto esa reconciliación oficial. Un detalle que nos da una idea de la baja calidad de nuestra democracia en lo que a convivencia se refiere.

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  4. Hola José Mª.
    Sigo tu blog con mucha atención y me encanta. Enhorabuena por tu dedicación a esa parte tan triste e incomprendida de la Historia de España.Enla que tantas victimas inocentes siguen desaparecidas. En la espera de que la justicia y humanidad de algunos se digne devolverles la memoria olvidada de sus nombres.
    Gracias a los que trabajan por tan noble cáusa de humanidad.

    Saludos desde Almendralejo.
    Carmendy

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