Me mandó un correo un día del año 2003. No nos conocíamos de nada. Él había visto desde su casa en Mallorca uno de los documentales del programa Treinta minutos de la Televisió de Catalunya (TV3). Se trataba de Las fosas del silencio, un reportaje de los periodistas Ricard Belis y Montse Armengol sobre la represión franquista, que estaba dedicado en parte a Zafra y del que fui asesor histórico. En una de las entrevistas había escuchado el relato de uno de los casos más espeluznantes de la guerra en la ciudad, la muerte de Juana “la Maestra” y de su marido Rafael “el modelista”, que no quiso separarse de ella en el momento del fusilamiento y murió a su lado.
Al escultor Iñaki Martínez (Barcelona, 1968) le sobrecogió la historia y desde Mallorca quiso saber más. No sé cómo consiguió mi dirección de correo electrónico. Le envié más datos de esos asesinatos.
La cuerda de presos, atados en grupos de siete u ocho, sale de la plaza detrás de la columna. La comitiva abandona la ciudad y se encamina hacia la carretera de Los Santos. Los vecinos, atemorizados, se asoman por las ventanas. Junto a los presos atados, al lado de la columna, camina un hombre desencajado. Es Rafael Hilario Torreglosa, un menorquí modelista de los talleres de Pons. Al enterarse de que a su mujer, Juana Soler, conocida como Juana «la Maestra», la habían detenido fue a preguntar al Ayuntamiento qué iba a ser de ella. Uno de los militares le contestó que iban a fusilarla. Desesperado, le dijo al militar que entonces él tampoco quería vivir, que no era nadie sin ella, que prefería la muerte. El oficial le comentó con crueldad: ¡Ah!, por mí no hay inconveniente, te vienes con nosotros y cuando llegue el momento ¡¡Pum!! y ya está. La columna no se detiene y sale de Zafra. Rafael camina como un autómata al lado de su mujer hacia Los Santos bajo el espantoso calor de ese mediodía agosteño. Cada cierto trecho el comandante ordena sacar de la cuerda a un grupo de siete presos y los fusila al lado de la carretera. Uno de los últimos en colocarse frente al piquete, ya subiendo la cuesta de San Cristóbal, es el grupo de doña Juana. Rafael se sitúa al lado de su mujer y cae también acribillado por las balas
En manos de Iñaki la historia de Rafael y de Juana, que habían llegado a Zafra precisamente desde las islas Baleares, se convirtió en el proyecto de una obra escultórica de seis metros de altura titulada «El Abrazo». Después el Ayuntamiento de Zafra adoptó una reproducción de esa escultura como estatuilla del premio de novela Dulce Chacón. En 2004 la obtuvo Adolfo García Ortega y en 2006 Ignacio Martínez de Pisón. El escultor estuvo en Zafra la primera vez que se entregó.
Estos días la prensa ha desvelado otra de las facetas de este hombre singular: las regatas. Y es que además de escultor, Iñaki Martínez es regatista del "Desafío Español" en la Copa de América. Todo un tipo.
La terrible insondabilidad del comportamiento humano. Pero ese abrazo redime. Gracias por tu artículo.
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