"Los animales tienen la virtud de la sensación, y aunque la sensación está en todos, sólo en algunos persiste. Eso es la memoria y eso nos hace seres de experiencia". Estas son las palabras que el filósofo Emilio Lledó empleó el otro día para defender la poesía de la experiencia con motivo de la presentación de la obra completa de Luis García Montero, uno de los más afamados seguidores de esta corriente poética, que algunos denostábamos por estos lares en los ochenta.
De García Montero se habla mucho en los últimos días por la polvareda que ha levantado su artículo del pasado día 14 en la edición andaluza de El País. Con el título “Lorca era fascista” arremetía contra su compañero de la Universidad de Granada, José Antonio Fortes, criticando sus opiniones literarias pero aireando también —y no parece el sitio más oportuno— peleas de departamento. Hoy el Defensor del Lector de ese periódico le dedica unos párrafos al asunto sin asomo de autocrítica.
En fin, no sé si será por esta polémica o por el respeto que me merece Lledó, pero el caso es que cuando hace dos días me llamó Luciano Feria y me dijo que eligiera un libro —como regalo del Seminario Humanístico de Zafra por haber presentado a Álvaro Valverde en la lectura de poemas que ofreció aquí en el mes de abril— elegí la recién publicada poesía completa de García Montero. No sé donde vamos a llegar. Yo leyendo poesía de la experiencia y, además, a cuenta de Álvaro.
De García Montero se habla mucho en los últimos días por la polvareda que ha levantado su artículo del pasado día 14 en la edición andaluza de El País. Con el título “Lorca era fascista” arremetía contra su compañero de la Universidad de Granada, José Antonio Fortes, criticando sus opiniones literarias pero aireando también —y no parece el sitio más oportuno— peleas de departamento. Hoy el Defensor del Lector de ese periódico le dedica unos párrafos al asunto sin asomo de autocrítica.
En fin, no sé si será por esta polémica o por el respeto que me merece Lledó, pero el caso es que cuando hace dos días me llamó Luciano Feria y me dijo que eligiera un libro —como regalo del Seminario Humanístico de Zafra por haber presentado a Álvaro Valverde en la lectura de poemas que ofreció aquí en el mes de abril— elegí la recién publicada poesía completa de García Montero. No sé donde vamos a llegar. Yo leyendo poesía de la experiencia y, además, a cuenta de Álvaro.
Hemos cambiado, amigo. Sin duda. Y Luis es buena gente. Sin duda también. Cosa distinta es que, además de leer sus poemas, su poética y su poesía esté para nosotros en la vanguardia de nuestros intereses. De los literarios, digo. O de los vitales, tanto da. Lo que está claro es que el tiempo amansa a las fieras. También a las que se refiere Lladó.
ResponderEliminarHe leído el artículo de García Montero, y me parece que debería hacerse algo en contra de los disparates del profesor, por llamarlo de alguna forma, Fortes. Delirium tremens quizá no sea, pero si un delirio de ideologia trasnochada, protoestalista, o algo parecido, lo que dice Fortes sobre Lorca en los años 20 del siglo pasado no lo puede amparar ninguna libertad de cátedra, en ninguna Universidad que se precie de ser mínimamente respetable se pueden consentir las aberraciones que este señor lanza sobre los desdichados alumnos. ¿Será este otro episodio mas de la trístemente famosa endogamia universitaria española, tan denostada, pero tan vigente?
ResponderEliminarCuando dices: "De García Montero se habla mucho en los últimos días..." Me respondo que con el "se habla mucho" te refieres a lo que publica un periódico publicitario de Madrid, esa propiedad privada de Polanco, lugar donde bosteza/abreva la linda progresía/regresía, y vocero de los hermosos negocios editoriales y escolares del mismo capitalista empresario, protector de sociatas y adláteres... Bueno, es un patio más de vecindonas peninsulares en donde hablan y hablan y hablan de lo mismo... Como dijo Larra, "por ellos no pasan los años", se conservan muy bien.
ResponderEliminarTal vez sea un comentario rabioso el mio.
Amigo dovotodesiduri: "me ha sorprendido que un periódico catalán (con lo que está cayendo) dedique un espacio a un extremeño que, para la mayoría de por aquí, es un gran desconocido", dices.
ResponderEliminar1º.- NI Canedo es el único ni el primer poeta extremeño que los catalanes aplauden. No juegues con el tópico de que los catalanes desprecian a los extremeños, que no, desprecian, los catalanes con gusto y cultos, a esos que van de hediondos rencorosos y tragaldabas postineros, a esos paniaguados seguidores del ballotari y su cruzada anticatalana.
2º.- No sólo eso, sino que en la propia Vanguardia escriben no pocos extremeños que lo son aunque no aparezcan.
3º.- Hay que superar eso de los enfrentamientos entre catalanes y extremeños. Son mezquinas cateteces inventadas por políticos demagogos y populacheros, al arrimo del sueldo y otros dividendos... Porque no es verdad.
4º.- Para la mayoría de los de aquí los buenos poetas, de aquí, son supremamentes desconocidos, por suerte, y conocidos en otros lares, no sólo en Cataluña, y no sólo poetas, sino escritores de otros géneros que no constan en la nómina de afectos al régimen ibarresco o afines...
Estimado anónimo (de 26/10) me parece un ¿disparate? tus afirmaciones ya que aceptas de modo acrítico la intervención de LGM y no muestras ningún conocimiento y ¡ay! parece ningún interés en conocer la obra crítica de José Antonio Fortes, y te informo: 1)lleva más de 30 años ejerciendo su profesión de profesor (nada de endogamia); 2) ha sido casi el único profesor que me ha enseñado e incitado a conocer la literatura y su análisis; 3) el artículo de LGM se caracteriza por su falsedad absoluta y el rencor que lo articula; 4) tal vez deberías preguntar a LGM qué se esconde tras la publicación del artículo (te aseguro que te llevarías una sorpresa mayúscula) y 5) te recomiendo, antes de opinar sobre el asunto, conocieras las publicaciones e investigaciones de José Antonio Fortes.
ResponderEliminarVale. Gracias.